El abandono de varias estaciones de tren en el Camp de Morvedre ha movilizado a los cronistas de la comarca, que reivindican actuaciones urgentes en estos bienes patrimoniales para sacarlos de la invisibilidad. Se trata de construcciones centenarias que se erigieron en su momento como importantes espacios de comunicación y socialización de gran valor económico, ya que la prensa o el telégrafo pasaban por estos puntos de encuentro.

Última parada para las estaciones de tren centenarias en Morvedre | DANIEL TORTAJADA

Después de sobrevivir durante más de un siglo, estos inmuebles han visto cómo el paso del tiempo ha hecho mella, desgastándolos y relegándolos al olvido, sin que haya importado demasiado. Este es el caso del antiguo apeadero de Algímia d’Alfara, sepultada ahora de vegetación y en manos de los vándalos, que han campado a sus anchas para llenar de grafitis unas paredes muy deterioradas que amenazan ruina.

Última parada para las estaciones de tren centenarias en Morvedre | DANIEL TORTAJADA

Algo similar ocurre con la estación de Estivella-Albalat dels Tarongers, que ha sufrido el robo de su icónico reloj, el original, que algunos estudiosos datan en 1898. Este edificio tiene tapiadas sus puertas y ventanas, a las que se ha añadido rejas que desvirtúan su esencia arquitectónica.

Última parada para las estaciones de tren centenarias en Morvedre | DANIEL TORTAJADA

La adulteración del estilo también comprende los elementos modernos, como marquesinas, rótulos, pósters o «fachadas que se transforman de manera drástica, sin ningún tipo de sensibilidad», afirma el coordinador de los cronistas oficiales del Camp de Morvedre, Lluís Mesa. Las muy maltrechas estaciones de les Valls y Algar de Palància se encuentran también entre este patrimonio abandonado, un estado que hace olvidar, en este segundo caso, la gran importancia que tuvo en la carga y descarga de mercancías a principios del siglo XX. Frente a esta situación , los cronistas han elaborado un manifiesto que pide «rescatar del olvido estas edificaciones, que merecen ser conservadas por su historia ya, sobre todo, por el significado que tienen», según recoge el escrito.

Con el objetivo de llamar la atención sobre el mal estado de las estaciones, este documento reclama a las entidades públicas propietarias, que «las protejan como elementos patrimoniales que son. Que las restauren y les den un uso». Sobre este aspecto, los cronistas proponen convertirlas, por ejemplo, en centros de interpretación, y que se eliminen de sus fachadas elementos que adulteran su estilo arquitectónico y su visión histórica.

Además, demandan a la Generalitat que incluya en el proyecto de la vía verde de Ojos Negros, la recuperación de las estaciones situadas en su recorrido, incluida la parada final en el Port Sagunt.