Un singular coloso con casi 300 viviendas ha cambiado ya para siempre el paisaje de Canet d’en Berenguer.

Si hace aproximadamente una década sus dos torres se quedaron a medio hacer y se convirtieron en un símbolo de la crisis inmobiliaria de 2008, ahora al fin se ha hecho realidad el primer complejo de lujo de todo el Camp de Morvedre.

Tan solo por casualidad, su finalización ha llegado en el «dulce momento» que vive la comarca como tierra de futuro, tras el anuncio de Volkswagen de que instalará en Sagunt una gigafactoría que creará 3.000 empleos empleos directos y cerca de 12.000 indirectos.

De hecho, el relanzamiento de este rebautizado como «Gran Canet» fue anterior al efecto tractor que se augura a esa potente inversión alemana pues, según ha podido saber Levante-EMV, quedaban ya pocas viviendas por vender cuando se confirmó la instalación de la multinacional germana.

Tampoco la crisis de Ucrania ni la inflación han afectado al ritmo de venta previsto inicialmente.

Justo a mediados de agosto se han cerrado las últimas ventas: varios áticos valorados entre 537.000 y 598.000 euros, dotados de grandes terrazas con piscinas privadas y luminosos interiores.

Como estos deslumbrantes apartamentos se han llegado a vender más de 40, si bien el más caro estaba valorado en 640.000 euros y los de las plantas inferiores, ya de dos habitaciones y no incluidos entre los de calidad «premium», estaban por unos 190.000.

Imagen del proyecto rebautizado como Gran Canet. GRAN CANET

Además de proyectar un gastrobar con piscina «infinity» en la planta 20, con una original pérgola que cubre la terraza e impresionantes vistas, las instalaciones se han diseñado con las dos torres unidas por la parte superior, club social, «spa» con sauna, gimnasio, dos pistas de pádel, espacio multiusos, amplias zonas ajardinadas, y una piscina de 600 metros con lámina de agua; todo un paraíso del que ya se han entregado llaves en la torre sur con la previsión de terminar las últimas obras a finales de este mes, de modo que el resto de escrituras se puedan firmar a partir de septiembre.

Este verano, en cualquier caso, ya han llegado los primeros inquilinos. Entre los compradores, no hay un perfil único y más de un 40 % es de procedencia internacional, sobre todo, holandeses, aunque también alemanes, franceses y de otras nacionalidades.

A estos se suman numerosos valencianos, aunque también personas del interior de España.

Su perfil, en cualquier caso, es variopinto, desde quienes que quieren fijar su residencia en un entorno tranquilo, con todas las comodidades y vistas al mar a los que buscan un buen lugar de veraneo o una inversión a la que poder sacar rentabilidad.

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FOTOS | La espectacular mansión valenciana que parece un castillo COSTA HOUSES Luxury Villas S.L ®

Parálisis durante años

Ahora, los buenos acabados han alejado totalmente aquella triste imagen que dejó el estallido de la burbuja inmobiliaria cuando la construcción se abandonó después de levantar 14 de las 19 plantas previstas.

El proyecto había sido impulsado por la catalana Fbex Promo Inmobiliaria sobre unos terrenos situados en la segunda línea de playa urbanizados por el empresario saguntino Enrique Bañuelos a través de la entonces potente Astroc, la firma que luego pinchó tras salir a bolsa de forma fulgurante en 2006.

Sin embargo, durante una década aproximadamente, esas torres se convirtieron en una estructura abandonada donde hubo robos e incluso unos niños llegaron a sentarse en la esquina de un octavo piso, con las piernas colgando hacia el vacío.

Esto último llevó en 2016 al gobierno local a pedir el refuerzo de la seguridad y la reactivación de los trabajos, dejando claro que, de lo contrario, estaba dispuesto a ordenar el derribo.

En ese momento, los dueños eran Solvia y la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida como Sareb.

No obstante, tuvieron que pasar dos años para que la promotora Flor Azahar Real Estate presentara un nuevo proyecto tras comprar la edificación por 12 millones de euros después de aliarse con el fondo estadounidense Oak Hill.

Entonces, se anunció un presupuesto de 42 millones de euros para hacer posible este gigante con 288 viviendas que, al final, de la mano de Ibero Capital Management, ha abierto el «alto standing» en toda esta zona costera.