Enrique Gómez Tárrega fue uno de los personajes que brilló con luz propia en Algar por su altruismo y solidaridad durante la epidemia gripal del año 1918, conocida incorrectamente como la gripe española y popularmente como la cucaracha. La epidemia, tal como se ha podido constatar, se originó en Fort Riley, una instalación militar estadounidense al noroeste de Kansas, desde donde pasó a Francia, a través del puerto de Brest, por el que entraban fuerzas norteamericanas participantes en la I Guerra Mundial.

Enrique Gómez Tárrega nació en Marines (València) y era hijo de Enrique Gómez Molina, nacido en Azuébar (Castellón), y de Josefa Tárrega Navarro, natural de Espadilla (Castellón). Enrique Gómez Tárrega casó con Adela Edo Perales, nacida en Mora de Rubielos (Teruel), con la que tuvo tres hijos nacidos en Algar: Enrique, Adela y Camilo. De la hija del primero de ellos, Finita, como se la llamaba cariñosamente, tenemos un gratísimo recuerdo en Algar. Camilo tuvo un hijo, Enrique, que actualmente reside en Llíria con el que se mantienen relaciones permanentes.

Enrique Gómez Tárrega obtuvo la plaza de barbero-practicante de Algar en 1917, siendo alcalde del municipio Bienvenido Martínez Plantado. El ayuntamiento cedió a Enrique Gómez Tárrega habitación y local para la barbería en la planta baja de la antigua Casa del Barón, sita en la plaza de Gregori, actualmente plaza de Castellón.

Habiendo fallecido en 1918, a consecuencia de la pandemia, los tres médicos titulares del pueblo, es cuando merece destacarse la gran dedicación y altruismo en favor de los vecinos afectados por tan grave enfermedad, labor en la que siempre contó con el apoyo de su esposa Adela, quien supo mantener siempre abierta su casa para la ayuda humanitaria de quienes la necesitaban, sin tener presente el riesgo, tanto de su vida como de la de sus hijos, quienes, milagrosamente, superaron la enfermedad.

El Ayuntamiento de Algar, ya en 1918, siendo alcalde Juan Francisco Gascó Dasí, expresó su reconocimiento y gratitud a Enrique Gómez Tárrega por su encomiable labor llevada a cabo en relación con la citada pandemia gripal. Precisamente, según consta en acta del pleno del ayuntamiento, de 1 de diciembre de 1918, se acordó por unanimidad iniciar los tramites para la concesión de la Cruz de la Beneficencia Pensionada, constatándose, según acta de 8 de diciembre de 1918, el acuerdo de concesión de una gratificación de 225 pesetas con cargo al capítulo de imprevistos.

Enrique Gómez Tárrega falleció en Algar de Palància el 25 de agosto de 1922, a la edad de 50 años, debido a una operación de amígdalas que no pudo superar. Su esposa, Adela, regresó con sus hijos a Mora de Rubielos, donde falleció en octubre de 1949. Se la recuerda popularmente como ‘la tía Adela, la del Puntarrón’.

El ayuntamiento y pueblo de Algar ha querido, en el día de hoy, recordar y manifestar su reconocimiento a la figura de Enrique Gómez Tárrega por su denodado esfuerzo y su gran dedicación en pro de los afectados por la pandemia gripal de 1918.