La Generalitat Valenciana al fin ha dado el paso pendiente desde hace años para rehabilitar la Nau de talleres generales de la antigua siderurgia del Port de Sagunt.
Esta obra, que se anunció como inminente a principios de 2020 y de 2021, ha estado bloqueada durante este tiempo por la contratación del arquitecto y el ingeniero industrial, «o equivalente», que deben hacer el seguimiento de la actuación adjudicada desde noviembre de 2019 por algo más de 1,4 millones de euros.
La tramitación de este contrato de dirección de obra, que apenas supone un gasto de 41.745 euros, también se emprendió hace ya casi tres años, pero se ha visto envuelta en varios recursos de los colegios de arquitectos tanto de la Comunitat Valenciana (Coacv) como de la provincia (CTAV).
Uno fue rechazado por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales y otro fue aceptado por la propia Generalitat, concretamente el que se refería a que el aspecto económico era el único que se iba a tener en cuenta a la hora de elegir la mejor oferta. Después de rectificar, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte aprobó a finales de la semana pasada la adjudicación de la dirección de obra y ejecución de las instalaciones.
Otra duda que rodea ahora a este proyecto es el tiempo transcurrido desde la concesión de las obras en una época como la actual de inflación. En este sentido, el Consell aseguró antes de sacar la segunda licitación del último contrato que la empresa adjudicataria, Binaria Compañía General de Construcciones, seguía interesada en estos trabajos.
Este proyecto para convertir la Nau en un «contenedor cultural de referencia» se aceleró en 2018, cuando el Consell adquirió el edificio por cerca de 4 millones de euros. Aunque en un principio se planteó que la rehabilitación de este legado del pasado industrial del Port de Sagunt costaría unos 400.000 euros, el estado en el que se encuentra después de que se dejara de utilizar en 2009 obligó a elevar ese presupuesto hasta los 1,6 millones de euros.
Inversiones millonarias
Superado su uso industrial, la Nau tuvo su último momento de esplendor, cuando iba a convertirse en elemento de la futuro Ciudad del Teatro. Con este objetivo se hicieron inversiones millonarias para el estreno de la obra Las Troyanas, aunque ese esfuerzo no tuvo continuidad y el megaproyecto de la Generalitat fue haciéndose más pequeño hasta desaparecer, lo que provocó el olvido de la Nau.
Ya en los últimos años y bajo el impulso del Ayuntamiento de Sagunt, el Consell adquirió el edificio tras unas duras negociaciones con la sociedad estatal SEPI. Ahora se enfila la recta final de la espera para disponer de este emblemático edificio.
