«El Clot lliure de mòbils». Éste es el lema que vertebra la primera acción de concienciación en el IES Clot del Moro de Sagunt. Una apuesta impulsada por el equipo docente tras constatar la complejidad que supone convivir en un centro educativo con el teléfono móvil. 

La medida emergía de modo decidido desde el claustro de profesorado y el consecuente apoyo del Consejo Escolar. Sin embargo la comunidad educativa y muy especialmente el alumnado ha asumido el reto y viven su primeras semanas del curso sin teléfono móvil en las aulas

«El alumnado no puede utilizar el móvil en ningún momento, ni siquiera en los descansos; tan solo se prevé su uso con fines didácticos previo aviso a las familias por parte del profesorado implicado», afirmaban desde el equipo docente.

Durante los últimos cursos se ha constatado en el centro saguntino un incremento de trastornos generados por la adicción al teléfono, así como problemas de convivencia, injerencias en la intimidad o disrupción de la atención de los estudiantes en el aula. Ante toda la problemática, el IES Clot ha optado por eliminar el uso del teléfono. «El alumnado ha acogido con verdadero compromiso el proyecto; su respuesta nos ha sorprendido bastante; estamos muy satisfechos por ello. Hemos impulsado una campaña de concienciación; trabajamos en las tutorías y en los espacios de diálogo del centro», apuntaban desde el equipo directivo del Clot del Moro. 

El uso del teléfono móvil en los centros educativos de secundaria obligatoria está siempre en el foco del debate del inicio de curso. El Clot del Moro, tras constatar las consecuencias de la pandemia entre los escolares de 12 a 16 e incluso en los bachilleres, ha optado por abanderar esta medida tan determinante. «La comisión de excelencia del IES Clot constató numerosas disrupciones a finales del curso 21-22; de ahí que este año comenzamos con un claustro monográfico para decidir la regulación del uso del teléfono. Prácticamente todos los docentes constatamos la afección que suponía el teléfono no solo en los pasillos o las zonas de recreo sino sobretodo en las aulas donde ya se constata la dependencia que el alumno tiene del teléfono cuando le instas a retirarlo», apuntaban  desde el profesorado. 

Ante esto, el Consejo Escolar del Clot del Moro aprobó la propuesta de modo que la matrícula del curso 22-23 preveía una firma por parte de la familia que se comprometía a seguir la consigna de "El Clot lliure de mòbils". En este sentido, si un docente detecta un estudiante con el teléfono, cuenta con la autorización de la familia para retirarlo. «Contamos con el beneplácito de toda la comunidad educativa, la situación era bastante compleja; muchos estudiantes dejaban de interactuar con sus compañeros en los patios, se generaban dependencias de la pantalla aún estando en clase e incluso se podía interferir en el derecho a la intimidad por fotografiar a alguien que no lo desease. Por todo ello, hemos optado por esta medida», apuntan desde el equipo directivo. 

El IES Clot del Moro cuenta con 1.100 estudiantes en su programa diurno, en el que se ha aplicado la iniciativa. «Durante esta primera semana les hemos recordado que el teléfono no puede estar a ala vista y por ahora se está cumpliendo; tan solo hemos registrado tres incidencias. No obstante, seguiremos trabajando en tutorías y en diversos proyectos. Las familias han recibido la información se les ha mandado un SMS para recordarlo y en las sesiones de información se presentará nuevamente la campaña; ésta es una acción colectiva», añadían.