La escala en el puerto de Sagunt de otro de los llamados "barcos de la muerte" ha reabierto una polémica, que ya ha sido protagonista de preguntas en el Congreso y también surgió durante una comparecencia de la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, en la comisión de Defensa.
Fue justo antes del verano en el contexto del control del comercio exterior de material de defensa, cuando la diputada saguntina de Unides Podem, Roser Maestro, apuntó su “firme convencimiento de que una cantidad importante de los llamados barcos de la muerte acaban parando en Sagunto, incluso el año pasado para hacer una carga de armamento, sobre la que no solo no se facilitó a priori ningún tipo de información, sino que tampoco existía ningún tipo de cooperación entre administraciones públicas".
La exconcejala por EU añadía que "la propia administración local lo desconocía absolutamente. Sí que es cierto que finalmente se trasladó una muy breve explicación por parte de la Capitanía Marítima de València respecto a esas cargas, pero sin ofrecer mayor detalle. Entiendo que esa falta de colaboración entre administraciones públicas se podría solventar y, sobre todo, la posibilidad, una vez más, de transparencia, de comunicación y de trasladar toda esa información".
Estas palabras no obtuvieron una respuesta explícita, más allá de las aclaraciones sobre los temas centrales de la comparecencia, aunque sí la calificación de la OTAN por parte de Maestro como "alianza criminal", que provocó la protesta del diputado de Vox, quien pidió sin éxito que se llamara la atención a Maestro y se eliminara esta referencia del diario de sesiones.
Antes de esta mención y a preguntas de EH-Bildu, el Gobierno ya había aclarado desde un año antes que "actualmente no existe embargo alguno adoptado ni en el marco Naciones Unidas ni en el de la Unión Europea para la venta de material de defensa o de doble uso a Arabia Saudí".
