El cura de Albalat dels Tarongers que será reprobado en un próximo pleno del ayuntamiento, Vicente Miguel Planells,  afirma que sus palabras en las homilías «se han tergiversado», que «condena absolutamente la violencia contra las mujeres y en ningún caso ha sido su intención ofender a nadie».

Así lo aseguran desde el Arzobispado de València, después de que Levante-EMV informara en primicia de que el Ayuntamiento de Albalat dels Tarongers tiene previsto romper con párroco «por sus discursos de odio» desde el púlpito, tal y como afirma la alcaldesa, Maite Pérez.

Pero el sacerdote no solo «niega las palabras que se han puesto en su boca», como apuntan desde el Arzobispado. También va más allá. «Lamenta enormemente el daño que esta noticia ha hecho a la Iglesia y a quienes se hayan podido sentir ofendidos por la tergiversación de sus palabras y perdona las calumnias realizadas contra su persona», añaden.

A esto agregan que «algunos feligreses han contactado con el Arzobispado para asegurar que la versión publicada no coincide con las palabras del párroco reafirmando que se han tergiversado», decían aproximadamente una hora después de asegurar que «estaban a la espera» de escuchar la versión del sacerdote y de decir que «si las palabras que han trascendido son las que se pronunciaron, el Arzobispado reprueba y no acepta ningún tipo de violencia».

Pese a las voces a favor del cura, varios feligreses coincidieron ayer en el carácter homófobo y machista de algunos de sus comentarios en sus sermones. Uno de ellos es el exalcalde de Albalat y edil del PP, Filiberto Prats, quien aseguraba a este diario que el último comentario escuchado en boca del titular de la parroquia es que «Dios no bendecía a los homosexuales, prostitutas, a los del botellón, a los de las drogas y a los del sexo», declaraba a este diario. 

Además, según relataron a la agencia EFE varios vecinos y parroquianos, el cura ataca en sus sermones a los homosexuales, de quienes dice que están «endemoniados» o que «deberían estar todos muertos», y denigra a las mujeres, al tiempo que justifica la violencia machista. «Incita a que las mujeres seamos sumisas ante nuestros maridos, que nos tienen que educar y si hace falta darnos una bofetada, es para educar», señala una vecina de la localidad, quien pide que se cambie a este cura del pueblo.

La alcaldesa, del PSPV-PSOE, ha afirmado que además de tomar «la determinación de romper la relación con el cura, pero no con la Iglesia», el ayuntamiento ha convocado un pleno extraordinario para condenar y mostrar su repulsa por las manifestaciones que está haciendo; una propuesta que, según ha dicho, se ha pactado entre todos los grupos municipales.

«Todo lo que pueda vulnerar derechos y libertades y todo lo que no cabe en un Estado de derecho, todo sale por su boca», insistía ayer la alcaldesa, mientras el edil del PP ha reconocido a este diario que, como feligrés, tuvo que salirse de la iglesia por «las barbaridades» que a su juicio estaba diciendo desde el púlpito. «Se metió con todo el mundo. El único salvado parece ser que es él», ha relatado Prats, reconociendo que aunque algunas personas han hablado con él sobre este asunto, el párroco «sigue con la suya».

Una vecina también ha explicado que dejó de ir a la iglesia cuando atacó a los homosexuales, y ha afirmado que hay niños de la primera comunión que tienen miedo después de un sermón, así como que el cura se mete con las mujeres y las denigra. 

Otros testimonios recogidos por este diario en localidades como Estivella y Torres Torres, donde también es párroco, apuntan a que Planells «es de trato agradable, pero a veces cuando sube al altar y hace las homilías, dice auténticas animaladas».