Agró cree que la gigafactoría y las plantas de renovables "depredan el territorio"

Plano donde marca la ubicación de las plantas fotovoltaicas.

Plano donde marca la ubicación de las plantas fotovoltaicas. / Levante-EMV

Mónica Arribas

Mónica Arribas

El ambicioso proyecto de Volkswagen de crear una gigafatoría en Sagunt que será alimentada por plantas de energías renovables se ha encontrado con la primera voz crítica en la localidad.

El colectivo de Acció Ecologista Agró apunta que ambas iniciativas «preocupan en sectores de la sociedad" y considera tanto que "depredan el territorio» como que los huertos solares previstos "tienen un impacto sobre el municipio enorme y desproporcionado".

Su análisis se basa en los datos presentados a consulta pública para la declaración de la gigafactoría como Proyecto Territorial Estratégico. Además de remarcar que en ella se contemplan "toda clase de beneficios fiscales y administrativos", apuntan que el texto resalta que WV necesitará 2.850 Gwh/año de energía renovable y, como ya informó Levante-EMV, presenta un plano del municipio donde se prevén la instalación de placas solares en actuales zonas de huerta de las partidas Gausa, que está entre Sagunt y Puçol, así como Montíver, que se ubica en una zona situada entre el casco antiguo de Sagunt y Canet d' en Berenguer. Pero, como apuntan los ecologistas, "la declaración no informa sobre cuántos metros cuadrados ocuparán las placas solares. Viendo el plano, y considerando que solo proporcionarán 240 Gwh/año, ni el 10% del total, el impacto sobre nuestro municipio es enorme y desproporcionado", afirman.

Por ello, se preguntan si "estamos dispuestos a sacrificar los terrenos agrícolas que nos quedan". Según apuntan: "Sabemos que el mercado no valora la actividad agraria, pero tenemos que pensar en nuestra soberanía alimentaria en unos tiempos convulsos como los que vivimos. La transición a las energías renovables no puede hacerse sacrificando millones de metros cuadrados de zonas agrícolas, con árboles en producción que nos ayudan a la captación del CO₂", sostienen.

También cuestionan "de donde vendrá el otro 90%" para cubrir las necesidades eléctricas de la planta. "Iberdrola ya tiene preparadas otras zonas del interior en pueblos como Cofrentes, Villena y otras. También en los pueblos del interior de Castelló están en marcha proyectos de placas solares. El mensaje en estos pueblos es muy claro: “ponéis los terrenos que nosotros pondremos las fabricas.” Toda la energía producida en el interior circulará por las nuevas autopistas eléctricas como las MATE (Muy Alta tensión), con torres de más de 75 metros de altura, y que ha provocado la protesta en los pueblos desde Morella en Almassora y de Bejís a Viver, en el Alt Palància. El mensaje se completa con el anuncio, repetido como un mantra, de la creación de miles y miles de puestos de trabajo: “dejáis los pueblos y vengáis aquí.” La contribución al despoblamiento de los pueblos de interior está servida".

Así, concluyen: "No es un proyecto sostenible el que se nos presenta. ¿Si las otras grandes empresas de Sagunto, intensivas en el consumo de energía eléctrica como Sidmed, se pusieran a instalar placas solares fuera de sus parcelas, que quedaría del territorio?".

Junto a ello, apuntan que "en estudios hechos en la Universidad de Zaragoza, por parte del Instituto CIRCE, calculaban que la transición energética prevista el España con las energías renovables de placas solares y aerogeneradores, supondría la ocupación de un territorio equivalente en toda la ComunitatValenciana".

Para el colectivo, "la promoción de las energías renovables es muy necesaria en el contexto actual, pero no puede hacerse destruyendo recursos imprescindibles. Hay otras zonas con suelo industrial, logístico y comercial activo, aparcamientos por automóviles o, incluso, la cubrición de kilómetros de autovías, como está haciéndose en Francia, donde podrían instalarse las placas fotovoltaicas, pero parece que se adopta la alternativa más fácil y destructiva".

También remarcan que "el autoconsumo industrial con placas en los techos de las naves es inexistente en la comarca, y el urbano no acaba de arrancar, no tiene los incentivos suficientes. Aquí podría hacerse mucho. Tenemos que empezar por ahí".

Y concluyen: "No podemos continuar con todas las actividades económicas que hacemos ahora, intentando que todas funcionan con electricidad renovable. Pero es que la electricidad solo representa el 20% del consumo energético global. No tenemos territorio suficiente y, posiblemente, materias primas tampoco. Estamos topando con los límites del crecimiento y hay que replantearse nuestras prioridades.

Suscríbete para seguir leyendo