El pleno de Sagunt vivió momentos cargados de tensión en su habitual receso para permitir la participación ciudadana.
Las intervenciones del público empezaron con tres mujeres que acudían como representantes de la ‘Plataforma de Afectados por la Ocupación’.
Minerva, vecina de Sagunt, contó que vive entre dos pisos «ocupados» y sufre «tortura acústica, inseguridad y miedo».
La segunda afectada, Asunción, es propietaria de un piso en Canet d’en Berenguer con inquilinos morosos. «Llevamos dos años pagando gastos y sin cobrar el alquiler», lamentó.
Finalmente, Erika explicó que las personas afectadas por la «inquiocupación» sufren soledad y ansiedad. Ella demandó a sus inquilinos por impago y estos ejercieron una consignación judicial. «Somos víctimas, no un bulo», aseveró Erika.
Por su parte, el alcalde, Darío Moreno, explicó que desde el ayuntamiento poco pueden hacer ante situaciones delictivas más allá de garantizar una alternativas habitacionales cuando se trata de personas vulnerables o cortar la toma de agua y hacer seguimiento cuando la persona que ocupa no está en riesgo de exclusión.
En todo caso, las tres afectadas no quisieron ahondar en sus historias personales pues, como reconocieron a este diario, acudieron al pleno tras ser animadas a ello por el edil no adscrito, y fueron como representantes de una plataforma que persigue la derogación de la Ley de Vivienda.