La inacción de Costas hace temer daños irreparables en el litoral

La inacción de Costas en el litoral de Camp de Morvedre ha hecho que muchos vecinos teman daños irreparables, sobre todo, desde que ayer empezaron las fuertes lluvias y el mal tiempo sin que ni siquiera se hayan realizado las actuaciones puntuales exigidas por el Ayuntamiento de Sagunt: Las encaminadas a paliar los daños causados durante las obras realizadas ya hace más de un año para proteger la costa de Almenara, tanto en las dunas de Corinto como en la escollera que protege la zona de Cases de Queralt.

Tras las primeras lluvias, residentes en Corinto ya alertaron ayer de situaciones nunca vistas. «Como la duna nos la destrozaron para que entraran los camiones a por grava y arena para llevársela a Almenara y aquí no han repuesto nada, el agua del mar está entrando a mansalva hasta la avenida. ¡Incluso se está llevando la arena hacia adentro. Esto no lo habíamos visto en la vida!», contaba a Levante-EMV la presidenta en funciones de la entidad vecinal, Amparo Peris, al tiempo en que lamentaba que las peticiones ante Costas del mismo ayuntamiento «estén cayendo en saco roto». 

«El sur de la playa de Almardà en 2019 era idílico; ahora, es un pedregal»

«Nos tememos que vaya a haber daños irreparables por no haber cerrado el cordón dunar», añadía, además de recordar que «Sagunto no solo está sufriendo la acción del cambio climático, como otras playas». Según indicaba: «Aquí tenemos tres problemas: Esa regresión general; los efectos de que Costas haya hecho espigones en Almenara sin acometer la regeneración de las dos playas a la vez y, por otro lado, que aquí nos dejaron más expuestos a los temporales, al llevarse arenas y gravas de nuestra playa para hacer aquellos espigones, cuando el proyecto aprobado en su día decía que las sacarían de canteras".

La zona costera de Sagunt que linda con Canet presenta ya un notable escalón de piedras junto al mar

A esto se le sumaba la inquietud por el daño que el temporal pueda hacer a la escollera de Cases de Queralt, hundida tras el paso de camiones cargados de piedras desde el litoral de Sagunt hasta la costa de Almenara. «Veremos cómo acaba», decía.

 Otro foco de preocupación era el «imparable» avance de las piedras al sur de la playa de Sagunt y en la zona norte de la de Canet. La razón es que si esto ya se detectaba la semana pasada con buen tiempo y hace unos 15 días, ayer «era notable» el escalón de gravas junto al mar a la altura de la urbanización de Gato Montés, la última zona de Sagunt que ha visto transformado en un pedregal lo que hace un año era un manto de arena. «Es tremendo lo que está pasando. Por eso queremos hacer concentraciones periódicas, de la mano del colectivo SomosMediterránea, en fechas que próximamente convocaremos», decía.

Suscríbete para seguir leyendo