Una protesta reclamará en Sagunt la entrada de mujeres en la Semana Santa

Los partidarios de la inclusión también han pedido ayuda al arzobispo, además de convocar una concentración

Momento de la protesta en la ermita de la Sang, el año pasado.

Momento de la protesta en la ermita de la Sang, el año pasado. / Tortajada

Mónica Arribas

La demanda de la inclusión de las mujeres en la Semana Santa saguntina sigue muy viva, a pesar de que la Junta General de la «Confraria de la Sang» rechazara esta posibilidad el año pasado por 239 votos en contra, frente a 125 a favor y 10 abstenciones.

Lejos de acallarse, esta reivindicación volverá a hacerse visible el próximo Martes Santo, en la concentración convocada a las puertas de la ermita de la Sang a las 19 horas, justo en la jornada en la que no hay ningún acto oficial programado allí.

Por segundo año consecutivo, un grupo de mujeres vinculadas a la fiesta se ha unido para impulsar esta acción, con un solo objetivo: Demandar que, en pleno siglo XXI, cualquier persona pueda ser cofrade de la Sang, sea cual sea su sexo y pueda integrarse en una entidad con más de 500 años de historia. 

«Queremos una Semana Santa inclusiva, queremos vivirla en igualdad de condiciones. La tradición no ha de estar reñida con la igualdad», decía una de las mujeres convocantes, Balnca Ribelles. «No podemos permitir que una institución tan querida para muchas de nosotras siga anclada en el pasado. La Cofradía de la Sangre es del pueblo de Sagunto independientemente del género y ha de adaptarse a los nuevos tiempos», añadía.

 A esta protesta se le sumará la colocación de crespones negros en los balcones, junto a las banderolas de la Semana Santa, como también hicieran el año pasado; todo un gesto para recordar que la petición «no se ha olvidado» y que muchos están dispuestos a «seguir insistiendo» de forma respetuosa y pacífica «hasta que se consiga», como resumía José Blasco, el cofrade que impulsó el debate interno dentro de la Sang, tras reunir las firmas necesarias, pero finalmente no logró apoyos suficientes a la entrada de mujeres.

«Esto no va a parar. En 2022 no pudo hacerse por la vía que hubiera sido rápida, apelando a la responsabilidad y al sentido común de los cofrades. Por tanto, seguiremos por un camino más lento, aunque seguros de que, más tarde o más temprano, se conseguirá», añadía Blasco.

Carta al arzobispo

Esta apuesta por una vía alternativa les ha llevado esta vez a enviar una carta al nuevo arzobispo Enrique Benavent, para «pedirle su mediación, de la manera que considere más oportuna». En ella, según explicaba Blasco, insisten en que la Sang «es una cofradía católica y no puede prohibir la entrada de católicos, mucho menos por ser mujer». También recalcan que es «injusto» que una persona, por su sexo, no pueda integrarse en la única Cofradía que hay en el casco urbano de Sagunt y que posee más de 1.500 integrantes. «Queremos intentar conseguir su apoyo para que intervenga, pues fórmulas hay muchas: hablando, exigiendo, dando un plazo para que se adapten...», apuntaba.

Estatutos sin adaptar

Blasco recuerda que, a nivel administrativo, la Cofradía de la Sang no ha llegado a adaptar los «estatutos tipo» que aprobó el Arzobispado en 2019 «y que lo obligarían a admitir a mujeres», por lo que tampoco está inscrita en el Registro de Entidades Religiosas. «Como entonces no se obligó a actualizar los estatutos, simplemente, la Sang no lo ha hecho y ya está, aunque diócesis como Segorbe sí dieron un plazo», decía, reconociendo que este año ha descartado volver a motivar una votación interna «porque, en un año, no creo que nada haya cambiado mucho».

Los defensores del cambio creen que, a la larga, se impondrá su postura

Con la esperanza de que el nuevo Arzobispo se implique en esta cuestión, «aunque sea después de Pascua, para no entorpecer la Semana Santa», los defensores de la inclusión de las mujeres en la Semana Santa tienen claro que «a la larga» se impondrá su postura, como ya ha ocurrido en otros municipios de toda España.

Precedentes en Llíria y en otros puntos de España

Los partidarios de la inclusión  de las mujeres en la Semana Santa saguntina tienen muchos espejos en los que mirarse para albergar esperanzas en lograr su objetivo.

Uno de ellos es el caso registrado en Llíria, cuando en febrero de 2018, la Cofradía de la Sangre decidió admitir a mujeres por primera vez desde el siglo XVI. Entonces, la Junta General de Cuaresma acordó por «unanimidad» que éstas formaran parte de la hermandad de pleno derecho y puedan desfilar en las procesiones. Tal y como entonces contó Levante-EMV, hasta dar ese paso hubo al menos dos años de debate interno en una entidad con siglos a sus espaldas como la de Sagunt. Pero al final se acordó admitirlas y que pudieran desfilar con la misma vestimenta que los hombres, entre otras medidas.

Similares decisiones se habían tomado con anterioridad en cofradías de Sevilla y Valladolid, siempre en defensa de la igualdad de género. 

En la ciudad andaluza, el arzobispo Juan José Asenjo impulsó en 2011 una medida que permitió que las mujeres pudieran procesionar en todas las hermandades de la Semana Santa de Sevilla como nazarenas o ser costaleras; algo que, hasta entonces, cinco hermandades no permitían. 

En Valladolid, fue en 2001 cuando el cardenal  Carlos Amigo Vallejo instó a acabar con la discriminación de la mujer en la Semana Santa y favoreció un cambio sin marcha atrás.

En Sagunt, sin embargo, las mujeres siguen teniendo vetado el entrar en la única cofradía del núcleo histórico. Y, por más que las del Port de Sagunt sí integren a los dos sexos en igualdad de condiciones, el objetivo de muchos ahora es que esa apuesta llegue a la Sang.