El IES María Moliner afianza su vocación europeísta

El alumnado del IES María Moliner del Port de Sagunt crece en europeísmo. El centro obtuvo la acreditación Erasmus en 2021/22 con lo cual ha forjado un programa firme de intercambio y consecuentemente aprendizaje para su alumnado. Los estudiantes de 4º de ESO y primero de Bachillerato viajaron hasta Jihlava (República Checa).

Los participantes en el proyecto han tenido que motivar su participación en función de la motivación personal y su capacidad de trabajo cooperativo e implicación en las tareas del proyecto. «Nuestro trabajo se ha basado en alimentación y sostenibilidad todo hilado a través de talleres, excursiones y actividades para conocer una cultura diferente a la nuestra», apuntan desde la coordinación del Erasmus en el María Moliner.

Son numerosos los aspectos que se pretende desarrollar en este Erasmus como la competencia comunicativa, la cooperación, la creatividad, el multilingüismo, la conciencia cultural y la ciudadanía europea. «Para cumplir estos objetivos, hemos realizado talleres de fomento de creatividad como por ejemplo el que hicimos durante nuestra estancia en Jihlava; creamos obras de arte a partir de manchas de café con remolacha y otros materiales naturales extraídos de alimentos, que más tarde salpicamos sobre el lienzo y a partir de figuras abstractas creamos nuestros cuadros», añaden.

Entre las actividades desarrolladas por los jóvenes se incluye la visita a la Universidad de Brno, donde el laboratorio de la Facultad de Biología les permitió analizar diferentes tipos de leche. Por otra parte en Jihlava, se realizó el School Academy en el Jihlava Gymnasium. «Nuestros alumnos junto con los estudiantes checos prepararon recetas españolas con las que se logró vender productos propios».

Semana de acogida

La sostenibilidad es uno de los pilares esenciales de la ciudadanía europea, de ahí que en la semana de acogida, el María Moliner abordó talleres de cocina con alimentos de km 0; uso de la bicicleta como medio de transporte, visita al Parque de la Albufera, enclave con un elevado interés botánico y ornitológico, así como zona de reserva integral: destinada a la conservación de la biodiversidad combinando actividades deportivas que se impulsaron en el entorno local. «Ha sido una experiencia enriquecedora que nos ha permitido trabajar siguiendo metodologías activas durante todo el curso 22/23. La tarea preliminar del alumnado de cada país fue el punto de partida para posteriormente organizarnos en equipos internacionales. Tras una primera toma de contacto desarrollamos actividades para analizar la sostenibilidad a través de la alimentación culminando con dos intercambios de estudiantes», añaden desde el María Moliner.