Una bailarina ucraniana abre un proyecto artístico en Faura

Hort-Art afianza su apuesta por la danza, la cultura de primer nivel vivida, experimentada y compartida en Faura. Desde lo local a lo universal, las propuestas de Pere Bodí y Alex Guerra desbordan espacios aparentemente inertes con danza. «Barranc RGA acogerá este año artistas de todo el mundo. Una vez más, Faura resignifica su expresión en clave de danza. Arrancamos este proyecto con la propuesta compositiva de Evgeniya Melkonyan, una artista ucraniana, de padre armenio y con raíces rusas. La resignificación a partir de sus orígenes que emana de informaciones y estrategias diversas nos conecta con el barranc», explican. 

El espacio que delimita dos poblaciones diversas en cuestiones de identidad favorecerá la composición de lo propio. «Dónde acaba el yo y comienza el otro». Una propuesta experimental que resonará en Barranc este domingo a las 19.30 horas. Melkonyan trabaja con resonadores en el cuerpo, toca instrumentos que favorecen su investigación y propone un recorrido por el espacio laberíntico del Parc de la Canaleta. A partir de la metáfora del agua, la interacción con el proceso de transformación de la identidad se convierte en esencia del poder transformador respecto del entorno. «Somos lo que somos y todo está en constante evolución, los sedimentos del Barranc nos determinan y cuidarlo o degradarlo está en nuestra mano. Cuanto hagamos no es indiferente», añade Alex Guerra. 

Residencia artística

Tras una semana de residencia artística en Faura, la artista ha querido enfatizar la riqueza que supone la acogida y el diálogo con la comunidad. «Una residencia se hace necesaria para que un artista explore, practique, materialize sus ideas, encuentre soluciones y nuevas formas, para explorar la relación de su trabajo con el mundo exterior. La residencia en Faura apoyada por sus curadores, es una oportunidad de explorar hermosos espacios y actuar es la mejor manera de dar forma a los sentimientos y de decir "gracias" a un lugar que siento como casa", afirma Evgeniya.

La propuesta de experimentación que dirigen Guerra y Bodi pasa por asumir desde la vivencia del entorno las huellas de la historia identitaria local y su posible proyección y diálogo en el ámbito internacional. De lo local a lo universal de la mano de una artista a quien le interesa investigar la tradición y las danzas, sobre todo la forma como el espacio conforma al individuo. «El entorno no es exclusivamente cuanto vemos, el Barranc acoge todas las culturas que lo han habitado», insiste Pere Bodí. 

Shiori Sumikawa

Barranc RGA suma este año Ucrania, Japón, Alicante y València de la mano de artistas que han optado por participar en las residencias impulsadas por Hort-Art. La semana próxima experimentará en el municipio la joven japonesa Shiori Sumikawa, afincada en Alemania. La apuesta esta coproducida por el Programa Cultura Resident del Consorci Museus de la Comunitat Valenciana y el Ayuntamiento de Faura, y cuenta con el apoyo del Institut Valencià de Cultura.