Robots nacidos en un instituto de Sagunt

Alumnado de un centro impulsa prototipos para facilitar desde el transporte de la compra a desplazar objetos

Alumnado, con su prototipo.

Alumnado, con su prototipo. / Levante-EMV

Júlia Cavaller

El IES Jorge Juan de Sagunt ha abierto sus aulas a la robótica y la Inteligencia Artificial (IA).

Pasqual Cebrià, el profesor del instituto saguntino que imparte el primer año de esta nueva asignatura optativa surgida de la nueva ley educativa, ha puesto el acento en la implicación entre la tecnología y la sociedad. «Si conocemos cómo funcionan las Inteligencias Artificiales, sabremos adaptarnos mejor a esta tecnología tan disruptiva, comprender sus beneficios y controlar su potencial riesgo. Sabremos relacionarnos mejor con esta “nueva especie casi extraterrestre” que llegado para quedarse”», afirma.

Durante dos horas semanales, de manera cooperativa, el alumnado de 3º de ESO desarrolla sus competencias aprendiendo las técnicas básicas y fundamentos de la IA. «Tras un periodo de investigación y reflexión, llegan a la conclusión de que la existencia de un robot inteligente solo se justifica cuando su diseño y comportamiento beneficia a las personas. Esta línea roja facilita clasificar los beneficios y riesgos de esta tecnología con la que inevitablemente vamos a convivir. Como si estuvieran diseccionando a un extraterrestre, han investigado sus algoritmos internos, diagramas de flujo y de control, hasta finalmente ser capaces de integrar el cerebro controlador del robot: la IA», explica, además de destacar que «el pensamiento computacional requiere entrenar al cerebro a crear modelos abstractos de la realidad, cuanto más pronto comience el alumnado ese entrenamiento, mejor preparado estará para abordar los retos de su futuro con éxito».

Alumnado, con su prototipo.

Alumnado, con su prototipo. / Levante-EMV

Adquirir todos estos saberes básicos eran necesarios para poder desarrollar varios proyectos al final del curso. «Incluso se han planteado el dilema moral de una posible rebelión de la inteligencia artificial en contra la especie humana», añadía Pasqual Cebrià.

Los estudiantes Hugo Herranz, Fran Martínez y Hugo Mas trabajan en el desarrollo de Proyecto Machine, un robot asistente que ayudará a quienes lo precisen a transportar sus bolsas de la compra.

Sus compañeros Marco Rubio. Diego Espín, Aaron Madrid y Erik Alonso con su Machine Up han optado por consolidar un robot industrial colaborativo que ayudará a transportar elementos pesados en entornos laborales, evitando el riesgo de manipulación para las personas.

Por su parte, Camera Proyect, el prototipo de Alejandro Calvo, Alan Villarroya, Carles Díaz y Vlad Kalynovskyi pretende ayudar a los conductores daltónicos a detectar el rojo de los semáforos. «Que la cámara de IA detecte bien el color cuando proviene de un foco de luz es complejo, nos ha costado mucho programarla para calibrar bien los parámetros de identificación», afirman.

Otros trabajos se han centrado en mejorar la vida de los daltónicos, personas con movilidad reducida o ciegas

Si ayudar a las personas daltónicas es uno de los objetivos de estos jóvenes investigadores, quienes tengan movilidad reducida podrán contar con el Proyecto Cero. Se trata de un robot inteligente capaz de subir y bajar escaleras y detectar obstáculos. En este caso, Joel Peris, Adrián Chirivella, Asier Herranz y Sergio Gimeno han destacado su implicación en la materia por lo que supone de novedad. «Si quieres estudiar robótica debes ser alguien curioso además de apasionarte el mundo de la robótica y sobre todo constante», explican.

El prototipo de Ricardo Díaz, José García, Tomás Recabarren y Noelia Suárez apuesta por un aprendizaje activo: entrenan al robot a detectar objetos y desplazarlos, pero sin salirse de una zona establecida. Es un robot destinado a automatizar tareas que para los humanos pueden ser repetitivas y alienantes.

Alumnado, con su profesor y su prototipo.

Alumnado, con su profesor y su prototipo. / Levante-EMV

Los edificios inteligentes y sostenibles también tienen cabida en el Proyecto Welcome. Valeria Cerdán, Uma Ferrer, Jorge López y Hugo López trabajan en el desarrollo de un robot inteligente que recibe a las persones ciegas en la entrada del edificio y les acompañan, guiándoles con la música elegida por los usuarios al lugar de destino dentro del edificio. Luego el robot vuelve a la zona de recepción por sí mismo. «Todos nuestros proyectos contribuyen de alguna forma a abordar los desafíos del siglo XXI. Queremos demostrar que si una mariposa bate las alas en Sagunto puede causar un gran cambio en positivo en otra parte del mundo. Si todos batimos las alas en la misma dirección tendremos más posibilidades de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la Naciones Unidas», afirma Cebrià.

El alumnado ha destacado unánimemente la riqueza de la asignatura. «Hemos aprendido mucho, valoramos ante todo la práctica y la posibilidad de haber creado aquello en que creíamos. Programamos un robot con un brazo articulado a pequeña escala, a modo de prototipo», añadían.

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