Sagunt opta por un derribo "manual" del depósito de Churruca para evitar riesgos en las viviendas y el colegio

Cinco años después de registrarse los primeros desprendimientos en el emblemático depósito de agua del barrio de Churruca, el Ayuntamiento de Sagunt vuelve a intentar su derribo. La primera tentativa se topó con las desavenencias entre la empresa que había resultado adjudicataria de las obras de demolición por cerca de 89.000 euros y la dirección facultativa. Y es que mientras esta última exigía una actuación manual desde un andamio, el contratista alegó que este sistema suponía un "grave problema para la seguridad de los trabajadores" y que incluso contradecía el Real Decreto que marca las exigencias mínimas de seguridad y salud para cualquier derribo.

Defendía la empresa que debía ejecutarse desde plataformas elevadoras móviles de personas con martillos eléctricos y el uso de grúas para bajar los materiales, previa instalación de un andamio envolvente con la finalidad de proteger a los viandantes. Planteada la cuestión al ayuntamiento, los técnicos se posicionaron junto a la dirección de obra, de tal forma que dieron el visto bueno a la rescisión amistosa del contrato, después de pagar los 6.000 euros que la empresa justificó haber ejecutado, y a la licitación de uno nuevo que precisa el sistema de demolición que se debe utilizar.

Según la documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el derribo del depósito se realizará de forma manual desde andamio "de elemento en elemento", con el desescombro a través de bajante. Además, el pliego prohíbe la utilización de plataforma con brazo o excavadora con pinza hidráulica, considerados "medios no admisibles por la proximidad de las viviendas y del colegio -Maestro Tarazona- por los riesgos inasumibles que conllevaría", debido a la "caída en altura de los escombros". Según apunta el arquitecto redactor, tanto los técnicos municipales como los vecinos del barrio "ya valoraron la idoneidad" de esta fórmula.

Cerca de 400 familias

En este caso, la voz de los propietarios de las viviendas del barrio de Churruca es especialmente relevante, ya que ellos serán los encargados de sufragar esta actuación, al ser los dueños del depósito. Se trata concretamente de unas 400 familias entre las calles Papa Alejandro VI, Papa Inocencio III, Papa Pío XII, Papa Pablo VI, Papa Luna, Papa León XIII, Papa Benedicto XVI, Papa Juan XXXI y la plaza San Juan de Ribera.

Antes de decidir el derribo de esta infraestructura, que se eleva 24 metros de altura y abasteció de agua a todo el barrio desde mediados del siglo pasado hasta su conexión a la red general, varias voces abogaron por su recuperación como elemento emblemático de la trama urbana del Port de Sagunt. Sin embargo, su reparación se valoró en cerca de 200.000 euros, además de añadirse la complicación de tratarse de una propiedad privada.

Una de las fórmulas que se barajó es que los cerca de 400 propietarios firmaran la cesión del depósito a Aigües de Sagunt, pero la imposibilidad de conseguir el visto bueno de todos los afectados fue la razón esgrimida para rechazar su rehabilitación y, acreditado su estado ruinoso desde hace más de tres años y medio, optar por su derribo.

Unos 285 euros por propietario

El procedimiento de contratación se retomó esta semana con un presupuesto ligeramente por encima de los 108.000 euros, así que el gasto medio por propietario rondará los 285 euros. El plazo de ejecución está fijado en dos meses y el Ayuntamiento de Sagunt confía en que esta licitación tenga el mismo éxito que la primera, cuando nueve empresas mostraron interés por encargarse de las obras, entre las que la empresa elegida fue Crisol Obras y Servicios.

Suscríbete para seguir leyendo