El Fertiberia quiere ganar en territorio hostil

Los rojiblancos se miden este sábado (19 horas) a domicilio al Agustinos de Alicante

Jugadores y técnicos rojiblancos en un reciente partido.

Jugadores y técnicos rojiblancos en un reciente partido. / Pepa Conesa

Pepa Conesa

Sagunt

El Fertiberia BM Puerto quiere tomar al asalto el pabellón del colegio San Agustín de Alicante. Lo intentará este sábado a partir de las 19 horas en partido correspondiente a la 19ª jornada de División de Honor Plata. Los rojiblancos, que necesitan los dos puntos para seguir de cerca el ascenso directo, tratarán de ganar en un feudo donde ya lo han hecho rivales como el Eón y Caserío, pero no han podido otros como el Burgos o el Sinfín.

Toni Malla, técnico del conjunto porteño, apunta sobre el Agustinos que "es un de los pocos equipos que nos ganó en casa, así que ya sabems que será un partido complicado". Después del "importante" triunfo frente al Barça Atlètic para "refrendar el trabajo de los chicos", el entrenador del Fertiberia añade sobre el rival que "en su casa se hacen grandes. Nos espera una auténtica ginal en la que necestiamos hacer las cosas de manera excelente".

Defensa aguerrida

Entre las cualidades de los alicantinos, Malla destaca que "son muy aguerridos defensivamente. No exigen muchos procedimientos tácticos, pero sí cierta inteligencia en los pases y las trayectorias sin balón. Tenemos que estar muy atentos a su ataque, porque son muy peligrosos por su verticalidad".

Marea Roijblanca en un partido de esta temporada.

Marea Rojiblanca en un partido de esta temporada. / Pepa Conesa

Así, la fórmula para llevarse los dos puntos es "exigirnos mucho en defensa y tirar de inteligencia táctica en ataque. Es un partido que tenemos marcado en rojo en el calendario y llevamos una muy buena semana de preparación para afrontarlo en las mejores condiciones", señala el técnico rojiblanco.

En compañía de la peña

Otro aliciente para que "los chicos lo den todo" es el acompañamiento de una representación de la peña Marea Rojiblanca, a la que "no tengo más que pabaras de agradecimiento", concluye Malla.

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