Premios en Sagunt: De la euforia a la decepción más absoluta

La desbordante alegría de Plaza Rodrigo y La Victòria contrastó con el desengaño de El Palleter

Mónica Arribas

Mónica Arribas

Sagunt

La desbordante alegría y la decepción absoluta. Esas dos caras de la moneda se han vivido en Sagunt durante la entrega de premios en las fallas grandes de la categoría reina.

Mientras las comisiones de Plaza Rodrigo y La Victòria del  Port de Sagunt han estallado de euforia al volver a coronarse como mejores fallas de la ciudad, entre los integrantes de El Palleter se ha vivido la desolación más absoluta al quedarse sin el primer premio para su monumento grande, justo el año de su 50 aniversario, en el que habían invertido el mayor presupuesto de la comarca, 57.000 euros.

Aún así, la sorpresa ha ido en varias direcciones. «No nos lo esperábamos, la verdad», confesaban a Levante-EMV tanto el presidente de Plaza Rodrigo, Manel Sánchez, como otros jóvenes falleros de la comisión como Aritz y Rubén. «Este premio tiene más valor porque la gente joven se volcó en una ‘plantà que pospusimos al máximo por la lluvia y arrancó a las 20 horas, prolongándose hasta las 6 de la mañana», decía recordando cómo a las 21,30 horas tuvieron que irse corriendo a comprar un motor para la fuente que incluía el monumento «porque el que teníamos falló» o cómo a las 2 de la madrugada se fueron a buscar césped y arena, «que logramos gracias a la solidaridad de otras fallas».

Junto a esto resaltaba el trabajo de un artista, Erik Martínez, que les ha reportado 11 premios en monumentos grandes e infantiles; de ellos, cuatro primeros. «Es increíble. Pero también toda la comisión es de premio», añadía con una sonrisa su presidente antes de recoger también otros galardones, como el ninot indultat mayor e infantil o el de la mejor crítica local en fallas grandes.

Premios a las mejores fallas de Sagunt

Daniel Tortajada

"Varapalo"

En la falla El Palleter, la alegría con la que celebraron todos sus galardones, contrastó con tremenda decepción al conocer el resultado de los monumentos grandes. En un primer momento, hasta se llegó a oír la palabra "tongo", pero de forma aislada y sin que nadie siguiera coreándola.

«Ha sido un varapalo tremendo. Tenemos una de las mejores fallas de la historia de Sagunto, según nos han reconocido muchas personas, así que no contábamos con esto», admitían dos veteranos de la comisión, Nino López y Fernando Gregorio. "La diferencia entre la falla ganadora y la nuestra es brutal. Muchos presidentes o falleros de otras fallas han venido diciéndonos que la decisión del jurado no ha sido justa. Pero lo peor es el mal rato que se está pasando toda la gente de El Palleter aquí, después del superesfuerzo que hemos hecho. Esa media hora de estar fatal, en lugar de celebración es un tiempo robado. Eso no se paga con dinero", apuntaba Nino López poco después de conocerse la decisión del jurado, mientras el presidente de la comisión declinaba en ese momento hacer declaraciones, en una muestra clara del cóctel de emociones que vivían, entre la impotencia, la rabia y el dolor, por más que su charanga animara sin parar.

La charanga de El Palleter, intentando animar a sus integrantes.

La charanga de El Palleter, intentando animar a sus integrantes. / Mónica Arribas

La tercera posición en monumentos grandes fue para Eduardo Merello, que quedó por delante de La Marina y del quinto premio de La Victòria.

Alegría en "La Victòria"

En esta última comisión, no obstante, el primer premio en sección Especial infantil se saboreó de forma intensa pues era evidente que estaba todo muy reñido. «Estamos muy contentos porque nuestra falla es una pasada, pero este hay mucho nivel. Los otros monumentos también son preciosos; cada uno en su estilo, porque son diferentes, pero el resultado era totalmente impredecible», reconocía su presidente, Sergio Carnicero, también eufórico con el tercer premio en ornamentación de calles o el primero de la crítica y poesía del llibret.

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