Un semáforo foto-rojo en la playa de Canet genera una oleada de multas
Vecinos afectados de la playa de Almardà denuncian un «afán recaudatorio» que el consistorio niega

Imagen del semáforo foto-rojo en la calle Joanot Martorell de la playa de Canet. / Levante-EMV

El primer semáforo 'foto-rojo' colocado en una calle de la playa de Canet d’en Berenguer ha generado una oleada de multas que ha levantado indignación, tanto entre vecinos del municipio como de la playa saguntina de Almardà que pasan por allí a diario.
Bajo una apariencia similar a cualquier otro, este tipo de semáforo es en realidad un sistema de radar que cuenta con una cámara de vigilancia para observar si los vehículos se detienen cuando el semáforo se pone en rojo, de modo que permiten multar a quienes no lo hacen.
Esto en Canet se ha traducido ya en más de mil multas desde que se puso en marcha a finales del mes de diciembre. Son sanciones de 200 euros que, además, van acompañadas de la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.
"Desproporcionalidad de las sanciones"
Vecinos de Almardà han querido hacer el público el malestar destacando «la desproporcionalidad de las sanciones impuestas» y considerando que «existen otras herramientas para controlar el exceso de velocidad y sancionarlo de manera disuasoria, no recaudatoria». «La severidad de las multas es excesiva y afecta gravemente a la comunidad», indican en un comunicado donde afirman «estar organizando acciones para reclamar sus derechos» y exigen al ayuntamiento que deje de emitir multas, condone las actuales y retire este sistema.
Estas infracciones, a su juicio, «carecen de justificación» ya que el semáforo se ha puesto en un lugar «donde no hay peligros evidentes..., ni un punto conflictivo, ni en una intersección, y no hay colegios, centros médicos ni parques en la zona que justifiquen su instalación».
Los afectados piden que se quiten las más de mil sanciones impuestas al fallar las medidas disuasorias
Lejos de esto, se ubica en una calle de un solo sentido, pero muy concurrida: La de Joanot Martorell que canaliza todo el tráfico que va desde gran parte de Almardà hacia el Port de Sagunt, a Sagunt o a conocidos supermercados que hay en la playa de Canet.
Intenso tránsito
Precisamente, el intenso tránsito rodado que registra esta vía y las quejas de los vecinos de la zona por la alta velocidad de los vehículos es lo que ha motivado la instalación del peculiar semáforo por parte del ayuntamiento.
El edil de Policía, Eduardo Almor, así lo explica a preguntas de Levante-EMV, apuntando que se ha contabilizado recientemente el paso de 2.000 vehículos diarios por esa calle «pese a que estamos en invierno».
Sistemas disuasorios previos
También descarta cualquier afán recaudatorio y resalta los diversos sistemas disuasorios que se han instalado antes de optar por esta medida. «Se ha puesto por garantizar la seguridad vial al ver que nada funcionaba para que todos los coches vayan a un máximo de 30 kilómetros por hora, que es lo que está permitido en esta calle no muy ancha donde vive gente, hay salidas de garajes y en uno de sus laterales tiene carril bici», remarca.
El primer intento municipal para reducir la velocidad implicó la colocación de badenes de goma en la calzada. Esto, según explica el concejal, apenas duró pues enseguida generó quejas por ruido entre los vecinos de la zona.
Radar pedagógico
A esto le siguió la instalación de un radar pedagógico para instar a ir a 30 kilómetros por hora. «Estuvo casi año y medio pero, al hacer balance, vimos que el problema no se había reducido pues muchos coches seguían circulando a más del doble de lo permitido», afirma el concejal Eduardo Almor.
En pruebas desde final del año pasado
«Como las quejas de los vecinos de la zona se incrementaron y algunos residentes llegaron a acudir al pleno a pedir radares móviles y sanciones», el ayuntamiento optó finalmente por instalar un semáforo «foto-rojo» que empezó a operar en pruebas a principios de diciembre y a funcionar a finales de ese mes. «Hicimos campañas informativas. Se explicó en redes sociales y en el pleno», asegura el edil.
Aunque los vecinos de Almardà creen que, antes de llegar al nuevo semáforo, se debería «informar al conductor con suficiente antelación», el concejal asegura que hay dos señales que advierten del radar y de la limitación de velocidad. E insiste en una idea: «El semáforo solo se pone en rojo si vas rápido de lo permitido. Pero si le haces caso y paras, no se multa».
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