El polémico semáforo de Canet genera la mayor movilización vecinal de los últimos años
La oleada de multas que ha provocado su radar genera la mayor controversia y movilización vecinal que ha vivido el municipio en los últimos años, en un malestar que se extiende por Sagunt

Daniel Tortajada

El primer semáforo 'foto-rojo' colocado en Canet d’en Berenguer ha generado la mayor controversia y movilización ciudadana que ha vivido el municipio en los últimos años.
Aunque vecinos de la zona lo respaldan, su ubicación en medio de la calle que une el litoral norte de Sagunt con la playa canetera lo ha convertido en una auténtica pesadilla para muchos conductores; especialmente, quienes han recibido una o más sanciones por saltárselo a más de 30 kilómetros por hora, que es la velocidad permitida en esta vía de un único sentido y con carril bici.
Esa oleada de multas ha hecho estragos entre vecinos de Canet pero, sobre todo, del cercano litoral norte de Sagunt. Por ello, la polémica se ha extendido a las dos localidades, con intervenciones en contra en los plenos municipales celebrados esta semana en las dos poblaciones.

Protesta ante el Ayuntamiento de Canet. / Levante-EMV
Los sancionados incluso se han unido en una plataforma que reúne a más de 160 afectados y exhibió carteles de protesta ante el ayuntamiento canetero, además de plantear sus reivindicaciones ante los concejales.
La indignación se ha trasladado a los plenos de los dos municipios y derivará en una comisión
Indignación
«Estamos muy indignados. Es un semáforo que genera confusión porque no se entiende bien por qué está ahí. Y, desde luego, lo que menos espera uno es que por saltárselo a unos 40 kilómetros por hora le vaya a llegar una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos de carné», resume Manuel Santos, uno de los afectados.
Mientras el Ayuntamiento de Canet justifica su colocación en la necesidad de pacificar el intenso tráfico por la vía y en las quejas de los residentes en la zona, lo elevado de las sanciones es una de las cosas que más preocupa, sobre todo, por las personas que acarrean varias multas de este tipo. «Hay mucha gente mayor a la que han pillado porque entendía nada», admite Manuel, por mucho que en el consistorio insistan en que varios carteles advierten con antelación de su existencia y de la limitación de la velocidad.

Cartel que advierte del semáforo y el radar. / Daniel Tortajada
La «desproporcionalidad» de las multas y el «afán recaudatorio» es uno de los argumentos en los que más inciden desde la plataforma al pedir que se anulen las sanciones, se retire el ‘foto-rojo’ y se implanten otros sistemas para apaciguar la circulación.
El ayuntamiento, sin embargo, justifica su instalación como forma de atender las quejas de los residentes en la zona y pacificar el tráfico por una vía de un solo sentido donde hace poco se ha llegado a contabilizar el paso de más de 2.000 vehículos diarios. «Pusimos espejos, badenes de goma, paneles pedagógicos, pero nada funcionó. Esto se ajusta a lo que marca la Dirección General de Tráfico (DGT) y no se sanciona el exceso de velocidad, que lleva aparejado multas más elevadas y la retirada de más puntos, sino únicamente saltarse el semáforo en rojo. Lo que queremos es que se respeten las señales, no multar a nadie», afirma el alcalde, el socialista Pere Antoni Chordà.
Enfado en Sagunt
«La gente está muy enfadada y se moviendo muchísimo con este tema», afirma la presidenta de la asociación vecinal de las playas del norte de Sagunt, Amparo Peris. «Tanto que Canet apuesta por la innovación, no entiende que aquí no opte por otra medida», añade dejando otra reflexión: «En la Plataforma en defensa del litoral del Camp de Morvedre estamos vecinos de las dos localidades luchando por la regeneración de nuestras playas. Ese espíritu de unión es el que debe imponerse. Pero es evidente que ese semáforo perjudica a todos los de Almardà que vamos allí a diario», afirma mientras otros hablan directamente de un «peaje por entrar en Canet».

El alcalde de Canet expuso un 'power-point' en el pleno. / Daniel Tortajada
Llamada del alcalde de Sagunt
Con esta convicción, Peris se ha llegado a ofrecer de «mediadora» y también pidió en el pleno al alcalde, Darío Moreno, que expusiera el malestar a Canet. Este se comprometió a hacerlo y, al día siguiente, lo trasladó por teléfono al primer edil canetero, como confirmó este último a este diario.
«Entendemos que a nadie le haga gracia ser multado, pero lo que queremos es que se reduzca la velocidad y, así, evitar posibles accidentes», dice Pere Antoni Chordà recordando que en un atropello a una velocidad de 30 kilómetros por hora, las posibilidades de que el peatón fallezcan son del 5%, pero a partir de 50 kilómetros por hora, la cifra se dispara al 50%. «El radar ha detectado vehículos que iban a más de 70, lo que aumenta todavía más el riesgo de tragedia», agrega.
Temor a un siniestro
El temor a un siniestro de consecuencias irreparables, el intenso tráfico y la elevada velocidad de muchos conductores es lo que lleva a vecinos de la zona a defender la utilidad del semáforo. «Algo había que hacer. Era un peligro porque el año pasado ya hubo 8 accidentes en un mes», explica uno de ellos por más que desde la plataforma cuestionen esa siniestralidad.
Con tal de buscar consensos, el ayuntamiento convocará en breve una comisión con todas las partes implicadas. Ahora, tiene claro que las sanciones no las va a quitar. «Eso sería prevaricación», dice su alcalde.
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