La APV quiere devolver a Sagunt el "papel clave" con los graneles sólidos

El concesionario de la nueva terminal deberá justificar un tráfico mínimo al año de 800.000 toneladas y una cifra de negocios anual de 80 millones

Vista aérea del puerto comercial de Sagunt.

Vista aérea del puerto comercial de Sagunt. / APV

Sagunt

La Autoridad Portuaria de València (APV) se ha puesto manos a la obra para recuperar la preeminencia del puerto de Sagunt con los graneles sólidos.

Según reconocen desde el organismo presidido por Mar Chao, las dársenas del Camp de Morvedre "han desempeñado históricamente un papel clave, especialmente en el movimiento de este tipo de mercancías", entre las que se incluyen los abonos, los cereales, los minerales, los productos químicos, los alimentos secos o los materiales de la construcción. En este último caso, sin embargo, la APV excluye expresamente el tráfico de cemento y clínker en las futuras instalaciones.

Esta intención se sustancia en la construcción y explotación, mediante una concesión de 35 años, de una terminal "compatible con la operativa portuaria actual" para la carga, descarga y almacenamiento de estos productos en el puerto de Sagunt. Estos algo más de 51.000 metros cuadrados están situados entre el muelle sur 1 y la dársena norte 2, están asfaltados y se conectan con la red viaria del recinto.

Dos opciones de salida

En cuanto a la salida al mar, la APV plantea dos opciones para llevar a cabo las tareas de carga y descarga. La primera es el muelle noreste, que es público, y la segunda es alcanzar un acuerdo con Intersagunto Terminales para utilizar su zona de concesión en el muelle norte 2.

De esta forma, el organismo portuario confía en dar la vuelta a la "notable disminución" en el tráfico de graneles sólidos registrado en Sagunt, donde "según los datos ofrecidos por Puertos del Estado, -este tipo de mercancías- registra una contracción del 40 % en la última década". Esos números no reflejan "el potencial significativo" de las instalaciones de la APV en la capital del Camp de Morvedre, donde apuesta por "fortalecer este tráfico, consolidándose como un nodo estratégico en el Mediterráneo".

Ubicación ideal

"La proximidad a polos industriales y logísticos, junto con su infraestructura y conectividad terrestre y ferroviaria -según insisten las mismas fuentes-, convierten a este puerto en una ubicación ideal para atraer nuevos operadores y diversificar los tráficos de mercancías". La dinamización de los graneles "no solo fortalecerá la competitividad, sino que generará empleo directo e indirecto, favoreciendo el crecimiento de sectores estratégicos como la agroindustria, la metalurgia y la construcción".

Entre los requisitos para elegir al concesionario que se encargará de la construcción y explotación de esta terminal, la APV exige que la empresa justifique una cifra de negocios anual dentro de los tres últimos ejercicios por una cuantía superior a los 80 millones de euros, acredite una experiencia mínima en este tipo de servicios de tres años durante los últimos cinco o se comprometa a manejar un tráfico mínimo de 800.000 toneladas de graneles sólidos en las nuevas instalaciones.

Un 13,2 % del tráfico

Para poner en valor esta cantidad cabe reseñar que, en el último año, por el puerto de Sagunt pasaron casi 923.000 toneladas de este tipo de mercancía, casi un 9,8 % más que los 12 meses anteriores y un 13,2 % del total del tráfico registrado durante ese periodo. Sin embargo, a la cifra absoluta hay que restarle el cemento y el clínker que no se podrán manipular en la nueva terminal, así que se quedaría en algo más de 713.000 toneladas.

El principal granel sólido que pasa por las dársenas saguntinas son los abonos naturales y artificiales, con casi 400.000 toneladas entre abril del pasado año y marzo del presente, por las 184.000 de minerales no metálicos o las 108.000 de cereales y sus harinas. Las principales conexiones de Sagunt para la importación y la exportación de estas mercancías son Quebec (Canadá), Ashdod (Israel), Amberes (Bélgica) y Eemshaven (Países Bajos).

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