Sagunt consume más de la mitad de sus ahorros millonarios

El destino de más de un millón de euros del superávit y la aprobación del plan económico financiero (PEF) concentran el interés de la sesión plenaria de esta semana en el Ayuntamiento de Sagunt. 

En el primer caso y sobre un remanente de 2,8 millones tras la liquidación de 2024, la hacienda municipal ya dedicó 475.000 euros al pago de facturas a la Sociedad Anónima de Gestión (SAG) y poco más de 3.500 euros para el IES Número 5. Ahora, el consistorio da otro bocado a sus ahorros, principalmente para la amortización de un par de préstamos con los intereses más altos (476.000 euros) y la ejecución subsidiaria de pequeñas obras (500.000 euros).

Esta última cuantía, según detalla el expediente plenario, servirá para iniciar los procedimientos de contratación que se mantienen bloqueados «por falta de consignación presupuestaria» para llevar a cabo las obras, la mayoría en edificios privados, que arrastran una orden de ejecución por daños que afectan a la vía pública. Entre Planeamiento y Ordenación Urbanística, la previsión en las cuentas de este año para este cometido rozaba los 300.000 euros.

Tipos de interés más altos

Por lo que respecta a la deuda, la concejalía de Hacienda, dirigida por Toni Iborra, ha priorizado los créditos más antiguos, que cuentan con un tipo de interés variable y hacen que «la situación del ayuntamiento frente al pago no sea estable, siendo preferible para una mejor previsión las operaciones a tipo fijo». Esta estrategia, según precisa el edil socialista, se traduce en la amortización por algo más de 385.000 euros del préstamo contratado en 2010 con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por 1,5 millones de euros. En este caso, los intereses a principios de este 2025 estaban en el 4,784 % y su programación no contemplaba la devolución completa hasta el verano de 2026.

La otra operación, a la que se desvían algo más de 9.000 euros, reduce el capital pendiente del crédito que también se remonta a 2010, aunque con el BBVA por un importe de 3,5 millones de euros. Aquí, los intereses ascienden al 3,765 % y a final de año todavía quedarán por amortizar cerca de 800.000 euros que está previsto saldar a lo largo de 2030. Además de recordar el deber legal de dedicar parte del superávit a reducir el endeudamiento, Iborra destaca que esta variable sigue bajo control en el Ayuntamiento de Sagunt, que cerró el pasado ejercicio por debajo del 30 % de deuda viva, cuando las primeras alarmas se encienden al alcanzar este porcentaje el 75 %.

Inyecciones en Deportes y Agricultura

Estas partidas se completan con pequeñas inyecciones para el gasto corriente de los departamentos de Deportes, concretamente en transportes (45.000 euros), y Agricultura, para publicidad (40.000 euros). De esta forma, el gobierno municipal consume con este expediente algo más de un millón de euros que, unidos a los pagos ya realizados, dejan el superávit disponible en algo menos de 1,4 millones de euros.

Este colchón económico que brinda el remanente de tesorería para gastos generales es un indicador de la «solvencia financiera a corto plazo», que también se evidencia en los más de 25 millones que la hacienda local tenía en fondos líquidos al cierre del pasado ejercicio. Pero el Ayuntamiento de Sagunt ya ha sufrido en sus carnes los efectos secundarios de su aplicación, ya que el incumplimiento de la regla de gasto fue consecuencia fundamentalmente de consumir los casi 3,3 millones del superávit heredado de 2023.

Control del gasto

Esta situación obliga a la elaboración de un PEF, cuyas medidas tendrán efecto en el capítulo de gastos con una reducción de más de 825.000 euros. La partida más importante son los 476.000 euros de deuda amortizados a través del superávit. El resto se corresponde con la declaración de no disponibles de parte de la subvención al consorcio provincial de bomberos y del gasto corriente relacionado con la SAG y sus tareas de transferencia de residuos y limpieza de instalaciones deportivas.

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