Las modificaciones urbanísticas generan nuevas protestas en Sagunt

Vecinos y ayuntamiento se emplazan a una asamblea

La agrupación vecinal pide al alcalde "que la ciudad no dé la espalda a la ciudadanía"

El portavoz vecinal en una intervención

El portavoz vecinal en una intervención / LEVANTE-EMV

Marián Romero Torres

Marián Romero Torres

Sagunt

La agrupación vecinal contra la reforma urbanística de Puerto de Sagunto volvía a protestar en el pleno de este jueves por las consecuencias que a su juicio van a generar las 19 modificaciones urbanísticas aprobadas por el equipo de gobierno, que implican un aumento de la edificabilidad en media docenas de sectores, medida que generará "masificación sin que mejoren los servicios públicos", palabra a la que se sumaba la de "hacinamiento de personas", lamentaban los vecinos.

Además de lamentar las 2.000 viviendas más y el aumento de la edificabilidad de los nuevos bloques proyectados, la plataforma centró su intervención en recriminar la "falta de participación de la ciudad en la ordenación de su territorio". "Los vecinos deben participar en el modelo de municipio que quieren", un derecho que según el colectivo no se había hecho efectivo con las modificaciones aprobadas.

Pancartas de protesta en la sesión.

Pancartas de protesta en la sesión. / LEVANTE-EMV

Calidad de vida

Los vecinos aseguraban ser conscientes de las necesidades habitacionales que está creando la llegada de la gigafactoría, pero pedían al gobierno "tener claro hacia donde vamos", advirtiendo del peligro que supone "vender el alma al diablo. No podemos morir de éxito. El bienestar personal, psicológico y social debe estar garantizado" y con esta medida urbanística entienden que "la calidad de vida de muchas personas quedará afectada". Por eso, reivindicaban, "un desarrollo sostenible, con entornos saludables, con zonas verdes, servicio públicos y no la masificación de los barrios con torres de 11 alturas", a las que denominan "torres del horror", como las proyectadas en la zona conocida de las 500 viviendas, cuyos vecinos acudían a la sesión para denunciar la medida que "va a desestabilizar nuestro barrio y nuestro día a día", lamentaba Raquel Herranz.

Ante esto y aclarando que "no estamos en contra del desarrollo industrial", la plataforma solicitaba al alcalde "que la ciudad no dé la espalda a la ciudadanía", además de una buena gestión de la expansión urbanística, insistía Manuel Muñoz, uno de los portavoces.

Participación vecinal

Por su parte, el alcalde Darío Moreno, quiso dejar claro que el proceso ha cumplido con los criterios de participación que cuestionaban los vecinos, aunque reconocía que "no informamos bien", pese a las reuniones mantenidas. También explicó que les faltó la inscripción de estas modificaciones en el registro autonómico de instrumentos de planeamiento, tal y como les advirtió la propia conselleria.

Pese a todo, el alcalde adelantó a los vecinos que "estamos a tiempo de modificaciones puntuales" y que desde Urbanismo se estaba trabajando para intentar incorporar en el acuerdo algunas de las peticiones realizadas en las reuniones que se vienen manteniendo con los afectados.

Moreno también aclaró que las modificaciones urbanísticas aprobadas se realizaban en suelo que ya era residencial y que lleva parejo el respectivo desarrollo de sus zonas verdes y servicios, y dejó claro que "no se urbaniza ni un metro cuadrado más de viviendas de lo que estaba previsto".

Un asunto que se han emplazado a abordar en una próxima asamblea entre vecinos y ayuntamiento.

Falta de servicios públicos

La falta de servicios públicos en la ciudad también fue otro tema recurrente en el pleno, en el que se habló de la necesidad de instalaciones deportivas o infraestructuras educativas y sanitarias, reivindicaciones en las que el alcalde aseguró que "se está trabajando. Las inversiones en servicios públicos se van a hacer con independencia al desarrollo urbanístico" , aclaraba el alcalde.

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