Sagunt firma el acta de defunción de su Consell Agrari

El pleno del Ayuntamiento de Sagunt firmó esta semana el acta definitiva de liquidación del Consell Agrari, cuya disolución se hizo efectiva el 1 de enero de este año, pero al que todavía faltaba poner el broche en su libro de cuentas. Diluido en el orden del día como el «expediente 2081451E: Disolución y cierre 2024 - Liquidación económica» a propuesta de la concejalía de Agricultura, Compromís no perdió la oportunidad de reiterar su rechazo a esta medida, al considerar que el organismo «funcionaba bien y las cosas mejorables se podrían haber resuelto mediante otra fórmula», en palabras de Maria Josep Soriano.

La concejala valencianista reiteró que la liquidación del Consell Agrari «no se llegó a tratar en profundidad» e insistió en que algunas de las cuestiones que el gobierno municipal esgrimió para dar este paso «eran fácilmente subsanables, como dotar al organismo de una sede electrónica propia».

Largo debate

El alcalde, Darío Moreno, fue el encargado de darle la réplica, que empezó por señalar que «precisamente esta decisión ha sido largamente debatida». Según recordó, una primera votación plenaria rechazó la disolución del Consell Agrari, a la que finalmente se dio el visto bueno municipal «tras un proceso con el resto de partidos y los representantes de los agricultores». Estos últimos «también coinciden en que la integración en el ayuntamiento puede solucionar las ineficiencias que se venían denunciando, así que entendieron la medida que sin ellos no se hubiera adoptado».

El socialista también apeló a los reiterados informes de Secretaría e Intervención, que señalaban esta fórmula como la mejor para integrar a un organismo que se financiaba al 100 % desde las arcas municipales. Moreno señaló que «si, una vez integrado el Consell Agrari en la estructura del ayuntamiento, no conseguimos que mejore el servicio, es cuando podremos entrar en la legítima crítica política».

Eficiencia

En concreto sobre la sede electrónica propia, el alcalde de Sagunt precisó que no es tan sencillo, mientras que ahora «es la misma que la del ayuntamiento y ese es el tipo de eficiencia que buscamos. Ahora es cuando toca la tarea de asegurar que esta integración es positiva», aunque reiteró que el proceso se había impulsado «desde el consenso de la necesidad de mejorar el servicio que se presta a los agricultores».

Estos argumentos no convencieron a Compromís, que votó en contra de esta liquidación, mientras que el resto de la oposición se abstuvo y solo el gobierno municipal (PSPV y EU-Podem) apoyó la firma del acta de defunción definitiva del Consell Agrari. 

Saldo de 150.000 euros

En el expediente, elaborado con la asesoría de Faura Casas Auditores Consultores, se refleja el saldo positivo que dejó el organismo en las arcas locales, casi 150.000 euros que quedaron tras el pago de las últimas facturas por valor de 128.000 euros y los ajustes contables. Entre estos últimos destacan la anulación de ingresos pendientes por valor de 11.500 euros, la mayoría por tasas impagadas de los huertos urbanos entre 2012 y 2018, así como el inventario de sus bienes, cuyo valor contable asciende a algo más de 23.500 euros. 

Ordenadores, sillas y cortinas

En este listado destacan los ordenadores, adquiridos entre 2022 y 2023 por más de 10.500 euros, las taquillas y los bancos (5.000), una radio Tetra (4.200 euros), varios ordenadores (3.800), además de cortinas, cojines, sillas, una mesa, una cajonera, prismáticos y jaulas-trampas para jabalíes.

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