Un error obliga a Sagunt a modificar un epígrafe del ‘basurazo’

El ‘basurazo’ volvió a convertirse en tema de polémica en el pleno del Ayuntamiento de Sagunt correspondiente a julio. El motivo fue la propuesta para modificar la ordenanza de recogida de residuos sólidos urbanos, que para este año se incrementó un 113 %, aunque solo para rectificar un «error aritmético de las cuotas en los tramos de superficie 4 a 9 de la tarifa comercial», es decir para los establecimientos de más de 200 metros cuadrados, según recoge el expediente al que ha tenido acceso Levante-EMV.

Después de que la mayoría de la oposición, PP, IP y Vox, justificara su voto en contra, no de la corrección, sino del ‘basurazo’ en general, el alcalde Darío Moreno fue quien dio la dura réplica desde el gobierno local. Y es que este trámite «nos hace preguntarnos para qué está la oposición, que no detectó el error, sino que fue gracia a la ciudadanía y al esfuerzo informativo del departamento de gestión tributaria que nos dimos cuenta».

Política barata

El alcalde reiteró el compromiso adquirido en anteriores sesiones de bajar la tasa para los próximos años y volvió a señalar a «PP y Vox, que aprovechan aquí para generar una polémica política que no existe, cuando en territorios donde gobiernan han aprobado subidas todavía mayores. Están jugando a la política barata», como se demuestra con el hecho de «no apoyar la corrección de un error que beneficia a la ciudadanía».

El primero en tomar la palabra en el debate fue el portavoz de Vox, Alejandro Vila, quien tildó el ‘basurazo’ de Sagunt como «equivocado y desajustado». Desde Iniciativa Porteña, Juan Guillén se refirió al «error de bulto» por la «falta de vigilancia» del gobierno, que en esta tasa «ha aplicado criterios erróneos con un coste del servicio inflado», argumentos en los que vienen insistiendo los segregacionistas. En este sentido, el edil señaló las presiones ciudadanas como el único motivo por el que el gobierno había rectificado.

Votación

Desde el PP, mientras, su portavoz Ximo Catalán justificó su posición contraria en que «la subida es de más del doble, porque se ha hecho mal». En la votación, el gobierno municipal se quedó solo, ya que la oposición se posicionó en contra, excepto las dos concejalas de Compromís, que se abstuvieron.

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