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Vuelven las quejas y el malestar por el servicio de bus València-Segorbe

La Mancomunitat de la Baronia pone sobre la mesa las "imprudencias" de algunos conductores con la velocidad y adelantamientos "temerarios"

Autobuses de la empresa cuestionada.

Autobuses de la empresa cuestionada. / LEVANTE-EMV

Marián Romero Torres

Marián Romero Torres

Gilet

La seguridad en el servicio de transporte de autobús de la línea València-Segorbe, lo que se conoce como la "Segorbina" en el Camp de Morvedre, preocupa a los municipios de la Mancomunitat de la Baronia. Después de recibir continuas quejas de los usuarios, desde hace varios meses, el presidente de la Mancomunitat y alcalde de Gilet, Salva Costa, ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil "las imprudencias graves" de varios conductores de este servicio, a la espera de que se puedan tomar medidas.

Varios testigos han denunciado ante la mancomunitat cómo "se rebasan los límites de velocidad de manera continuada por parte de varios autobuses. Hemos comprobado y tenemos pruebas con documentos gráficos de que se han llegado a alcanzar los 100 km/h en tramos donde queda prohibido pasar de los 60 m/h". Pero por si fuera poco, "también hemos presenciado adelantamientos temerarios en la antigua N-234 Sagunto-Burgos, carretera por la que circulan, que ponen en peligro a los usuarios de este transporte", y advertían además, de que "el tramo Gilet- EstivellaTorres Torres es para vigilar", afirmaban testigos.

Algunos vecinos de la zona llevan varias semanas realizando un seguimiento de este servicio con el objetivo de obtener pruebas que avalen sus quejas y conseguir que la empresa actúe ante esta situación, pruebas a las que ha tenido acceso este diario.

Más quejas

Por otro lado, desde la Mancomunitat explicaban a Levante-EMV que esta no es la primera vez que esta empresa genera quejas por parte de sus usuarios. "Hace unos meses ya trasladamos a la Generalitat (AVMT) y a esta concesionaria el malestar que teníamos por este servicio de transporte. Hemos visto puertas atadas con cuerdas, viajeros a los que no se les ha recogido porque el autobús iba lleno, sin proporcionar soluciones alternativas, lo que ha generado que trabajadores y estudiantes llegaran tarde a sus puestos de trabajo y a los centros educativos. También hemos puesto encima de la mesa el incumplimiento de horarios y a esto se suma ahora las imprudencias de algunos de sus conductores", argumentaban.

El autobús circulando por la N-234

El autobús circulando por la N-234 / LEVANTE-EMV

Pese a todo esto, "poco se ha hecho, porque las negligencias se siguen cometiendo después de nuestras quejas", lamentaban. "O se actúa o vamos a lamentarlo algún día. En ese autobús van mis hijos y todos los días temo por ellos, esto es un sin vivir", describía un concejal de la Baronia.

Además de a la empresa, las quejas también se han puesto en conocimiento de la Generalitat y ahora, "lo volveremos a hacer para que tomen cartas en el asunto". "O se ponen medidas o que rescindan el contrato", solicitaban varios usuarios, testigos de lo que ocurre. Un malestar que ya denunció este diario el año pasado, en el mes de septiembre, sobre las que se pronunció, el Síndic de Greuges.

Sin conocimiento de los hechos

Por su parte, la empresa argumentaba a Levante-EMV no tener constancia de ninguna queja reciente. "Es una línea con muy pocas incidencias y que circula con total normalidad", respondían. Sin embargo, reconocen que la falta de asientos libres ha dejado en la parada del bus a más de un usuario. "Esta línea no está homologada para ir de pie, por lo que si el autobús va lleno, no podemos coger a nadie más", aunque matizan que "esto no es algo recurrente, sino puntual y si no fuera así, hubiéramos tomado medidas", adelantaba.

La concesionaria insistía en que "estamos dispuestos a hablar, nosotros somos muy sensibles a este tipo de cosas y si hay algún problema, habrá que solucionarlo", terminaban.

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