El español Jorge Martín (Honda), como en tantas otras ocasiones, mejoró con el paso de los minutos para acabar consiguiendo el mejor tiempo en la primera tanda de entrenamientos para el Gran Premio de la República Checa en Moto3, pero a cuatro minutos del final se fue por los suelos.

En seguida, su mano derecha asió la izquierda con un evidente gesto de dolor, confirmado después con la fractura distal del radio del brazo izquierdo, que podría significar su adiós al título al tener que pasar inmediatamente por el quirófano.

Martín tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta la clínica del circuito para evaluar el alcance de su lesión, mientras que en pista el alemán Phillip Oettl (KTM) fue el único que le pudo arrebatar el mejor tiempo de la sesión, por algo más de tres décimas de segundo, pero el interés de la categoría estaba ya centrado en conocer la respuesta al dilema de su líder.

El joven de San Sebastián de los Reyes había protagonizado una de sus clásicas sesiones de entrenamiento, en constante progresión, siempre por libre, sin fijarse ni en el rendimiento ni en la trayectoria de sus rivales y cuando consideró que "todo estaba en su sitio" salió dispuesto a ponerse al frente de la clasificación, que por entonces comandaba su propio compañero de equipo, el italiano Fabio di Giannantonio (Honda).

No tardó demasiado en lograr su objetivo, ya que a seis minutos para el final Jorge Martín era líder de la tabla de tiempos de Moto3, y su ritmo le permitía pensar en mejorar aún más su mejor tiempo personal y el de la categoría.

Pero llegó la curva diez, a cuatro minutos del final, en donde la moto recuperó adherencia de golpe y el latigazo lanzó por los aires al líder del mundial. Un latigazo en el que el rebote del manillar probablemente ya le golpeó con dureza la mano izquierda, "tocada" antes de llegar, de manera contundente, al suelo.

El revolcón mostró rápidamente la gravedad de la situación en un gesto instintivo y natural, cuando Jorge Martín se sujetó la mano izquierda con la derecha desde el mismo suelo. Así se levantó y así le acompañaron las asistencias hasta la parte trasera de las defensas de la curva diez.

Jorge Martín dejó de sujetarse la mano izquierda tan solo para quitarse el casco, y con esa protectora posición subió a la ambulancia y fue trasladado hasta la clínica del circuito, en donde rápidamente hubo un diagnóstico: "fractura distal del radio del brazo izquierdo". Lo que le obliga a regresar de inmediato a Barcelona, en donde decidió ser intervenido el piloto del equipo que dirige el italiano Fausto Gresini.

Martín, así, se pierde seguro el Gran Premio de la República Checa y, con toda probabilidad, el de Austria, pues, aunque intente forzar en su recuperación, es obvio que sus condiciones físicas no serán las óptimas si decide probarse en el trazado de Spielberg.

En 2017 tampoco pudo correr en Brno

El piloto de San Sebastián de los Reyes ya se perdió el Gran Premio de la República Checa del pasado año después de sufrir una caída en los segundos entrenamientos libres de Alemania, en la que se produjo una fractura en el tobillo derecho que le obligó a pasar también por quirófano y, aunque intentó sin éxito estar en la carrera de Brno, no pudo.

Entonces, entre Alemania y la República Checa, Jorge Martín pudo aprovechar el período de vacaciones para avanzar en su recuperación, pero ahora, con apenas una semana entre gran premio y gran premio, parece poco probable que pueda estar en condiciones de estar en Austria. Algo que le llevaría a ceder a sus rivales nada menos que cincuenta de los puntos en litigio en la presente temporada.

Esa ventaja para sus rivales, además, "condena" al piloto madrileño a protagonizar una nueva remontada en una temporada en la que ya ha demostrado por activa y por pasiva que es el piloto más fuerte de la categoría. Pero también el que menos suerte tiene, pues lo que le ha sucedido en Brno no se puede considerar que sea demasiado afortunado.