Valentino Rossi será, un año más, uno de los centros de atención del Gran Premio de la Comunitat Valenciana. No tanto por sus aspiraciones de ganar la carrera, que son pocas vistos los precedentes, sino por su innegable carisma, por ese halo mágico, que sólo destilan unos pocos deportistas. El piloto italiano, que en febrero cumplirá 40 años, tiene el Circuit Ricardo Tormo tachado en negro. No le gusta. Más bien, lo odia. «Es un circuito que da ganas de vomitar», dijo un día en referencia al perfil del trazado, el más técnico del Mundial, el que cuenta con más curvas cerradas. «Parece un aparcamiento en el que estás dando vueltas sin parar», añadió otra vez.
La enemistad manifiesta de Rossi con Cheste tiene otras razones intangibles. Allí fue donde, en 2006, cuando había recuperado de forma titánica el liderato del mundial, sufrió una inexplicable caída en la tercera vuelta que le dejó fuera de la lucha. Rossi volvió a pista, pero necesitaba sumar 8 puntos menos que su rival, Hayden, para ser campeón. Al final el americano fue tercero (16 puntos) y Rossi décimo tercero (3 puntos). Ganó el americano.
En 2015, llegó la segunda decepción del italiano en el circuito valenicano. Rossi llegó a Cheste con el subcampeonato en el bolsillo. Sumaba 24 puntos más que el tercer clasificado. Sólo debía sumar un punto o esperar a que Pedrosa no ganara la carrera, una combinación practicamente imposible. Pero se dio. Rossi sufrió una caída en los entrenamientos y se rompió la mano. Pese al dolor, decidió salir a competir para asegurar el punto que necesitaba. Tanto esfuerzo no valió la pena. La Yamaha le dejó tirado en plena carrera y no tuvo más remedio que abandonar. Dani Pedrosa fue el vencedor.
En total, el italiano sólo ha ganado 2 de las 16 carreras que ha disputado en el circuito de Cheste, ambas muy lejanas en el tiempo: en 2003 y en 2004. En cinco carreras terminó por los suelos.
«Yo siempre he disfrutado»
Rossi, que llega tercero en la clasificación del Mundial tras Dovizioso y Marc Márquez, este último ya campeón, describió ayer el GP de la Comunitat Valenciana como «una de las carreras más difíciles de la temporada». «Por desgracia, el anterior GP no acabó bien; pero fuere como fuere, sigue siendo una buena carrera. Y eso es importante para entender si aquí en Valencia somos competitivos, porque es una de las carreras más difíciles de la temporada», comentó Rossi en rueda de prensa.
«El tiempo pinta muy mal, pero intentaremos estar listos para lo que venga», añadió el piloto italiano, en alusión a las previsiones de agua sobre el circuito Ricardo Tormo tanto para las jornadas de clasificación como para la carrera dominical.
Rossi resumió su actuación en este curso. «Creo que desde Tailandia mejoramos un poco nuestra velocidad y fuimos más competitivos. Tenemos mucho trabajo por hacer durante el invierno», insistió. «Esta temporada ha sido muy parecida a la del 2017. Quizá entonces fue algo mejor, porque la primera parte de la temporada fuimos más competitivos.Yo siempre he disfrutado, siempre disfruto y siempre salgo de casa de manera positiva. Tenemos que seguir luchando; no hay que rendirse, todo es posible para mejorar», dijo el incombustible piloto, nonacapeón mundial, con 7 títulos en la categoría reina, dos más que Marc Márquez.
