El liderato de Moto3 vuelve a cambiar de manos. Si hace una semana Arón Canet se ponía al frente de la categoría tras su victoria en Brno, esta mañana ha sido el italiano Lorenzo Dalla Porta quien le ha devuelto la jugada al de Corbera tras acabar sexto la cita en el Red Bull Ring austriaco y reducir los tres puntos de ventaja con los que contaba el valenciano, décimo en Spielberg. Así, el transalpino es ahora el nuevo líder por solo un punto de margen. La victoria en Austria, tras más de un año y medio de sequía, fue para el también italiano Romano Fenati.

La carrera fue atípica desde su inicio. Marcada por un asfalto mojado tras las lluvias vividas horas antes de la cita, el tradicional grupo numeroso en la cabeza era sustituido de salida por un Tony Arbolino que, junto a su compañero Fenati y el poleman John McPhee, se marchaba en las primeras vueltas.

Atrás del trío principal se quedaba otro pelotón de hasta diez unidades en el que colaban los dos máximos contendientes al Mundial, el valenciano Canet y Dalla Porta, así como el algemesinense Jaume Masià. Los ritmos iban a marcar el desenlace de una carrera que se antojaba complicada por las delicadas condiciones meteorológicas.

El primero en ver esta dificultad fue el japonés Suzuki, que se iba al suelo en los compases iniciales de la prueba mientras Dalla Porta, consciente de la oportunidad que tenía ante él de recuperar el liderato perdido en Brno, intentaba separarse en un segundo grupo junto al español Marcos Ramírez y el kazajo Yurchenko.

Pero en intento de escapada del de Prato sería infructuoso. Masià y Celestino Vietti, con ganas de volver a subir al podio, se unían a la persecución de los tres primeros clasificados que por momentos se marchaban a más de cinco segundos. No obstante, todo cambiaría con el paso de las vueltas.

Fenati dejaba atrás a sus dos compañeros de viaje para coger una distancia superior al segundo y controlar la carrera hasta la bandera a cuadros, mientras que McPhee y Arbolino iban perdiendo comba ante la dupla formada por Masià y Vietti, que se marchaban con relativa facilidad de los dos pilotos del Leopard. Por su parte Canet, sin ritmo, sufría en la décima posición y veía como mantener el liderato del campeonato se convertía casi en utopía.

Con esta apretada lucha por conocer quien se llevaría el segundo y tercer lugar en el podio se llegaría a las últimas dos vueltas donde Masià, lanzado, se tiraba con todo a por McPhee. El de de la Ribera Alta, que había sido cuarto en Brno, se pasaba de frenada y, tras tocar la zona húmeda, se iba al suelo. Arbolino acabaría siendo segundo sobre la línea y McPhee, tercero.