El piloto catalán Marc Márquez (Honda), de 27 años, máxima estrella del Mundial de MotoGP, auténtico amo del campeonato de la máxima categoría desde que debutó en él, en el 2013, ganador de seis de los últimos siete títulos en juego, ha decidido tomárselo con calma, o con más calma de lo habitual, y recuperarse durante todo el mes de agosto de la segunda intervención que le realizó ayer el doctor Xavier Mir en su húmero derecho, donde le sustituyó la placa de titanio dañada por el estrés de los últimos días y el ejercicio realizado con vistas a intentar reaparecer en el Gran Premio de Andalucía. Eso significa, según ha podido saber El Periódico de Catalunya, que Márquez se perderá el triplete que arranca esta semana en Brno (República Checa, 9 de agosto) y sigue con el doblete del circuito de Spielberg (Austria, 16 y 23 de agosto). El equipo Repsol Honda acaba de anunciar que el alemán Stefan Bradl, piloto probador y reserva del 'team' campeón, pilotará la Honda de Márquez en Brno.

Regreso en Misano, en septiembre

Márquez, que está realmente muy afectado por el percance sufrido, se siente muy dólido porque alguien lo considere un loco o un atrevido por haber intentado hacer el esfuerzo de volver a correr la misma semana en que fue operado. Márquez no se considera ni un loco ni, mucho menos, un héroe, y afirma que todo lo que ha hecho ha sido bajo, no solo bajo la supervisión de los médicos, sino, incluso, habiendo superado sobradamente las pruebas físicas a las que fue sometido, el jueves antes de la segunda carrera de Jerez, donde recibió el permiso de los doctores para correr, como así hizo en los entrenamientos del sábado. Finalmente, debido al dolor insoportable que provocaba el hematoma que tenía en su brazo, a causa del tremendo golpe que le propinó el neumático delantero de su Honda RC213V, renunció a correr el gran premio.

La decisión de Márquez implica que el campeonísimo catalán reaparecerá en el doblete de Misano (Italia), que se disputará el 13 y 20 de agosto. En aquel momento, tanto el francés Fabio Quartararo (Yamaha) como el catalán Maverick Viñales (Yamaha), primero y segundo en las dos carreras de Jerez y, por tanto, primeros del Mundial con 50 y 40 puntos, respectivamente, habrán acumulado suficiente ventaja sobre el campeón y dominador de los últimos años como para convertirse, entonces sí, en los auténticos candidatos al trono que posee Márquez.

Es verdad que aún restarían nueve carreras, es decir, 225 puntos en juego, para finalizar el campeonato (las dos de Misano, la de Barcelona, la de Le Mans, las dos de Aragón, las dos de Valencia y la que acaba de añadirse, el 22 de noviembre, en Portimao, Portugal), no es menos cierto que la ventaja adquirida por los líderes de Yamaha se intuye que será muy difícil, por no decir que imposible, de neutralizar a no ser que, cosa que no desea nadie, ni siquiera el propio Marc Márquez, sufriesen ambos, tanto el 'Diablo' como 'MVK', algún problema físico.

Acumulación de estrés

"Marc Márquez fue operado hace 13 días y hoy ha tenido que volver a pasar por el quirófano", explicó ayer el doctor Mir en la comunicado hecho público por el equipo campeón de MotoGP tras la segunda operación a la que ha sido sometido el líder del equipo Repsol Honda. "La primera operación fue satisfactoria, lo que no se esperaba era que la placa fuera insuficiente. Una acumulación de estrés en la zona operada ha provocado que el implante cediera, consecuentemente se ha producido una fractura per-implante, por lo que hoy se ha procedido a retirar la placa de titanio y substituirla por una fijación nueva. El piloto en ningún momento ha sentido dolor durante este periodo. Ha seguido siempre las indicaciones médicas y las sensaciones de su cuerpo. Desgraciadamente, un sobre estrés ha provocado esta rotura. Ahora toca esperar 48 horas para calibrar el tiempo de recuperación".