Exhibición del francés Fabio Quartararo (Yamaha) en el mítico y popular circuito de Silverstone, Inglaterra, un antiguo aeródromo, donde no solo ha ganado sino que ha conseguido dar, casi, un golpe definitivo al Mundial de MotoGP pues se coloca con 65 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor que es, ahora, el mallorquín Joan Mir (Suzuki). El ‘Diablo’ ha dominado un gran premio, de principio a fin, en el que el espectacular y veterano Aleix Espargaró, de 32 años, le ha concedido, por fin, un podio a Aprilia en la máxima categoría del motociclismo mundial con su tercer puesto tras Alex Rins (Suzuki), que acabó segundo. El 'Diablo', de 22 años, suma ya cinco victorias (Doha, Portugal, Italia, Holanda e Inglaterra) en su camino hacia su primer título mundial.

El 'Diablo', casi campeón

La carrera, que empezó siendo comandada por el catalán Pol Espargaró (Honda), que arrancaba desde la ‘pole’, fue inmediatamente atrapado por Quartararo, brillante durante todo el fin de semana, mientras Marc Márquez (Honda), que parecía un claro candidato al podio, chocaba en el interior de una curva de derechas con Jorge Martin (Ducati), yéndose los dos al suelo.

A partir de ahí, la carrera fue una exhibición de Quartararo, una escalada tremenda de Rins, que ya ganó hace un par de años en Silverstone y, por supuesto, una heroicidad por parte del mayor de los Espargaró, que llevaba ya muchos grandes premios anunciando que un día de estos, hoy, por ejemplo, en la cuna del mundo del motor, Inglaterra, iba a proporcionarle a Aprilia, una marca campeona en 125cc y 250cc, el podio que merecía y que tan ilusión y trabajo han significado para la marca de Noale.

La verdad es que mientras Quartararo y Rins pilotaban con serenidad y eficacia el oro y la plata en Silverstone, Jack Miller (gran fracaso de Ducati en Inglaterra), le ponía las cosas muy difíciles a Aleix Espargaró, que se vio obligado a pelear, de forma increíble, por mantener el tercer cajón del podio ya que el australiano, ganador en Jerez y Le Mans, le complicó muchísimo ese bronce, superándolo a cinco curvas de meta, pero el piloto de Granollers fue capaz de recuperar ese privilegiado tercer puesto, que sabe, por supuesto, a victoria. "Cuando uno acaricia su sueño y el de su fábrica", dijo Aleix, "no puede perderlo en la última vuelta".

La familia feliz

“Esta victoria es para mi mujer, Laura, porque gracias a ella estoy aquí, ya que ha sido ella quien ha soportado mi duro trabajo hasta conseguir para Aprilia el podio que llevamos muchos años peleando y soñando”, comentó Aleix, eufórico, después de abrazar a sus dos hijos, presentes también en el trazado inglés. “Yo siempre he creído en este proyecto, siempre he confiado en el trabajo de Aprilia y aquí están los resultados, aunque no me conformo con esto, quiero más y puedo decir que tenía más ritmo y podía haber aspirado a más, pero este podio es maravilloso y el premio que estábamos persiguiendo todos. Insisto, quiero más y vamos a seguir en la lucha”.

No deja de ser curioso que Aleix Espargaró ha contribuido a una gesta muy curiosa y, de momento, única ya que, ante 67.000 espectadores, Silverstone estaba repleto, los seis primeros puestos de la clasificación han correspondido a seis marcas diferentes: Yamaha (Fabio Quartararo), Suzuki (Alex Rins), Aprilia (Aleix Espargaró), Jack Miller (Ducati), Honda (Pol Espargaró) y KTM (Brad Binder).