“Solo pido una cosa: espero no ponerme a llorar el domingo. No sé qué ocurrirá, pero me gustaría no llorar, la verdad”. Valentino Rossi (Tavullia, 18 de febrero de 1979) ha vuelto a despedirse, por enésima vez, en Cheste (Valencia), el día antes de que arranque el último gran premio de la temporada, que ya tiene flamante campeón en la persona del joven francés Fabio Quartararo (Yamaha).
El ‘Doctor’, como le conoce todo el mundo, cerrará su triunfal carrera con 432 grandes premios, seguro que 115 victorias (nadie espera que gane, en Cheste, este domingo), 65 ‘poles positions’ (tampoco nadie espera que lidere, el domingo, la parrilla), 235 podios (nadie espera que se suba al podio) y nueve títulos mundiales, uno de 125cc (1997), otro de 250cc (1999) y siete de 500cc/MotoGP (2001, 02, 03, 04, 05, 08 y 09).
El título perdido
Evidentemente, Rossi, que estuvo arropado por todo el ‘paddock’ y se fotografió con pilotos, periodistas, organizadores y todo el que quiso posar con él, lamentó profundamente, en su penúltima conferencia de prensa como piloto (hablará, el domingo, tras la carrera, claro), no haber “podido redondear el circulo con el décimo título mundial, en el 2015, que me merecía”. Eso sí, de lo que está realmente orgulloso ‘Vale’ “es de haber conseguido, convirtiéndome en un icono de este deporte, que millones de aficionados al deporte se apuntasen a seguir nuestras carreras”.
Rossi considera que “MotoGP es el deporte del motor más espectacular de todos y, sin duda, nuestra obligación como deportistas es que la gente que sufre, que lo pasa mal, que tiene una vida dura se asome a los televisores y pueda gozar de un gran espectáculo, de un deporte que les apasione y, creo, la verdad, que nosotros lo estamos consiguiendo”.
"Nuestro objetivo es que la gente que lo pasa mal disfrute con nuestras carreras, con nuestro espectáculo"
Respecto a su última carrera, Rossi quiere disfrutar como disfrutó de su debut en Sepang (Malasia) en el año 1996. “No sé, la verdad, que pasará por mi cabeza cuando este en la parrilla, desde luego sí la intención de hacer una gran carrera, pasármelo bien el último día y hacer disfrutar a nuestros fans. Tal y como soy lo único que espero y deseo es no llorar, pero no sé si voy a conseguirlo”.
Rossi, que posó con todas las motos con las que fue campeón del mundo de la máxima categoría, comentó que “desde Austria, cuando anuncié que me retiraba, he recibido muchísimos mensajes de pilotos. De ahora y de antes, de grandes rivales. Ha sido fantástico. Siempre imaginaba que llegaría esta rueda de prensa. Es especial que sea en Valencia, es una sensación extraña. Trato de actuar con normalidad. A partir del lunes, la cosa cambiará, comienza un estilo de vida distinto. Voy a continuar compitiendo en el automovilismo, voy a seguir siendo piloto y voy a tratar de disfrutar de este momento".
"He luchado por ganar mi décimo título mundial y he podido competir a buen nivel. Mi último título fue el del 2009, hace una vida, me hubiese hecho muy feliz conseguir el campeonato del 2015 para extender mi vida de campeón. El número 10 redondea el círculo. No es así y no me puedo quejar, el número 9 sigue siendo uno de mis favoritos, es como el 9 maldito. El podio en Jerez del 2020 fue el número 199, "¿a qué va a ser el último?", me dije. Quería llegar al 200 y me quedé en el 199".
Rossi, claro, recordó a sus grandes rivales como el italiano Max Biaggi, el australiano Casey Stoner y los españoles Jorge Lorenzo y Marc Márquez, ausente en Cheste (Valencia) por su lesión en el ojo derecho. Cuando le preguntaron el momento menos agradable de su maravillosa carrera, el ‘Doctor’ no lo dudó: “Cuando decidí dejar la competición, en junio pasado. Si hubiese sido más competitivo hubiese continuado, tuve que retirarme porque no era suficientemente competitivo”.
