Motociclismo

Las divertidas guaguas tailandesas que dan vida al GP de Buriram

Usted se puede mover por Buriram en estos pequeños camioncitos, sobre todo si usted es fan de MotoGP. La organización del GP de Tailandia ha contratado a decenas y decenas de agricultores de la zona para que muevan en sus 'guaguas' a los aficionados a las motos

Los llamativos camiones que utiliza el GP de Tailandia para desplazar a sus aficionados.

Los llamativos camiones que utiliza el GP de Tailandia para desplazar a sus aficionados. / Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Buriram (Tailandia), enviado especial

Esto está muy lejos. Tailandia, uno de esos países, como Indonesia, repletos de motos, bueno, más ‘scooters’ que motos, ha decidido convertirse, a base de dinero, ilusión e imaginación en el país que, no solo recibió con los brazos abiertos a MotoGP, hace 15 días, en una impresionante presentación del Mundial por las calles y plazas de Bangkok, sino en el punto final de la pretemporada, con dos días de entrenamiento en el caluroso trazado de Buriram y, por descontado, convirtiéndose, a partir de hoy y hasta el domingo, en el anfitrión del primer GP de 2025, todo un lujo, reservado hasta no hace mucho al millonarísimo Catar.

En Tailandia, existe una gran afición a las carreras y multitud de fans de los pilotos, que, desde el jueves, acuden al circuito de Buriram para ver a sus ídolos y, sobre todo, tratar de hacerse una foto con ellos, obtener su firma o, simplemente, saludarles. Los fans, como suele ocurrir en todos los trazados del Mundial, se desplazan al circuito en todo tipo de medios y, muy especialmente, motocicletas.

El circuito de Buriram tiene más de 200 camiones para trasladar a los aficionados.

El circuito de Buriram tiene más de 200 camiones para trasladar a los aficionados. / Emilio Pérez de Rozas

Para facilitar el acceso del público a las gradas del trazado tailandés, la organización del gran premio contrata unos 200 curiosos camiones, nunca furgonetas, camiones de tamaño medio, que son de los agricultores de la zona, que aprovechan la celebración del GP para conseguir unos ingresos extras.

Espectacularmente tuneados

Los camiones, que tienen motores muy simples y llamativos adornos, son tuneados de forma espectacular por sus dueños, que se ponen al servicio del público para introducirlos en el circuito, procedan de donde procedan, y, a continuación, a lo largo del día, entre entrenamientos y carreras, se ponen también a su servicio para llevarlos a distintos rincones o tribunas del trazado.

El público se sube indistintamente en uno u otro camión, conducidos por familiares del campesino que ha sido contratado por la organización, que moviliza a buena parte de la familia para que el servicio sea total, completo, durante toda la jornada, que arrancas a las nueve de la mañana y concluye doce horas después.

Los campesinos de Buriram tunean sus camiones para el GP.

Los campesinos de Buriram tunean sus camiones para el GP. / Emilio Pérez de Rozas

“A nosotros, por supuesto, también nos gustan las carreras de motos”, comenta Kanyarat, una campesina que tiene su terreno a unos 20 minutos del circuito de Buriram. “Para nosotros es un honor ayudar a nuestro país para que la celebración del gran premio sea un éxito. Nos encanta convivir con los aficionados de nuestro país”.

Los camiones, por descontado, no poseen asientos, ni bancos, en el interior de su volquete, pero no son necesarios, ya que el desplazamiento, sea a la hora de entrar al público en el circuito o sea en los cortos desplazamientos que hacen por su interior, no son largos y pueden soportarse, perfectamente, de pie.

Los curiosos 'Bibendum' de Michelin, en uno de los camiones tailandeses.

Los curiosos 'Bibendum' de Michelin, en uno de los camiones tailandeses. / Emilio Pérez de Rozas

“Nuestros camiones son muy vistosos porque a todos nosotros nos hace ilusión llamar la atención, que nuestro vehículo sea el más original o divertido aunque, al final, todos son muy parecidos y muy curiosos”, explica Somkiat, que se turna con uno de sus hermanos en la conducción del vehículo.

Es evidente, cómo no, que el gran premio podría celebrarse y ser exitoso sin la colaboración, bueno, en realidad contratación de este curioso servicio (casi) público, pero no es menos evidente que su presencia resulta muy divertida y llamativa, sobre todo para todos nosotros, que, habitualmente, no vemos este tipo de servicio en ningún otro rincón del mundo. También en Tailandia es llamativo este proyecto, ya que, contrariamente a lo que se pueda pensar, esta inmensa flota de pequeños camiones solo funciona en la semana del GP, nunca en cualquier otro evento deportivo o festival de cualquier otro tipo.

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