MotoGP

Marc Márquez gana en Tailandia y completa un doblete de ensueño con su hermano Àlex

El ocho veces campeón del mundo se impone por delante de su hermano y Bagnaia en el brillante estreno del Mundial con Ducati

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Buriram (Tailandia). Enviado especial

En una demostración absoluta y para la historia, Marc Márquez y su hermano Àlex completaron un doblete de ensueño en el estreno del Mundial de MotoGP en Tailandia. Marc, que dominó la carrera a su antojo y que incluso permitió pasar a su hermano para después rebasarle en el crepúsculo de la carrera y a falta de cuatro giros, cuando quiso, como quiso, vuelve a ser el líder del campeonato del mundo 1.932 días y 93 grandes premios después. Se avecina, quién sabe, una nueva era.

"Marc jugó con nosotros", se lamentó el bicampeón Pecco Bagnaia, tercero en discordia y que se bajó de la moto torciendo el gesto pese al triplete de Ducati.

Marc Márquez y Àlex Márquez repitieron así su actuación en la carrera al sprint del sábado, donde ya avanzaron que este Mundial, con la Desmosedici de 2024, aventura alegrías.

La presión del neumático

En un día aciago para Pedro Acosta, que se cayó en la primera curva, el mayor de los Márquez aprovechó su posición de ventaja que le concedía la 'pole' para echarse al monte. Las alarmas sin embargo saltaron a falta de 20 vueltas, cuando echó la vista atrás, donde ya se había posicionado Àlex tras reponerse de un peligroso arranque, y cedió el liderato. Estaba pendiente de la presión de sus neumáticos y de una hipotética sanción. "La presión en la rueda delantera no entraba. No bajaban las vueltas. Y cuando quedaban tres vueltas es cuando ataqué", explicó después a DAZN. Marc se había quedado entonces detrás de Àlex, controlando la carrera a sus anchas, con Bagnaia demasiado atrás, y seguro de que alcanzaría el liderato en el momento apropiado.

"No hay nada más que esto"

Marc Márquez y Àlex Márquez, en un primer y segundo puesto inédito en la historia del motociclismo, se abrazaban en el podio. Eran conscientes de estar viviendo un momento único en sus vidas. Marc a duras penas pudo contener las lágrimas. "No me quiero emocionar. Suelo pensar en mis padres. Mi madre seguro que está llorando en casa...", decía Marc, que igualaba a Dani Pedrosa con 112 podios.

"Estoy muy contento de iniciar esta nueva etapa con Ducati. Y para mí la familia siempre ha sido lo más importante. Mi hermano Àlex se lo ha ganado él. Sé lo que ha trabajado por esto. Por eso la felicidad es inmensa. No hay nada más que esto. Poder compartir esto con él... Mi abuelo lo estará viendo desde el cielo", continuó el ocho veces campeón del mundo. Y abundó: "Mi último Mundial lo celebré en Tailandia. Después, el infierno. Y este año me siento con velocidad, confiado, con calma. Lo que venga, bienvenido sea. Si no puedo ser el campeon a final de año, la vida sigue. Que me quiten lo bailado. Si eres feliz, todo sale más fácil".

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