La Decisión

No es que a uno le reconforte -que también- que tras varios años de infecto social por mis comentarios de la F1 en Valencia, Valmor y el Circuito de Cheste, haya tenido que venir la Fiscalía Anticorrupción a pedir imputación por varios delitos a unos y otros. En los años 2006, 2007 y 2008, en plena gloria y vorágine de la preparación del guiso que hoy digerimos, este servidor tuvo la osadía de apuntar cosas como por qué no se celebraba en nuestro circuito ya construido Ricardo Tormo, la tiranía de Bernie Ecclestone a la hora de cobrar cantidades brutales que todos aplaudían, o las muchas oscuridades contables entre lo que hacía Valmor con el Circuit de Cheste y de las que se quejaba año tras año el Síndic de Cuentas.

La pena fue condenarme al ostracismo y ser tachado de anti todo lo valenciano por esos que ahora parece ser que van a tener que dar muchas explicaciones de todos sus actos, contratos y firmas. Pero hoy lo importante es saber como se tomó la decisión de venir la F1 a Valencia y que el recorrido fuera por el Puerto. En el 2006, Adrián Campos, convence a Ecclestone para que se celebre la GP2 (telonera de la F1) en Cheste previo pago de una pasta y así tener en breve una prueba de la categoría reina en Valencia. Seducido por la Copa del América acude a la cita en el mes de abril; se reune con Camps y anuncian a bombo y platillo que habrá en breve carrera de F1 en Cheste, sí sí en Cheste.

Hay una comida a la que asisten: el ex presidente, Francisco Camps, Gerardo Camps, Flavio Briatore, y Adrián Campos. Durante el ágape los dos Camps no hacen más que alabar al Puerto de Valencia. Al finalizar el condumio desaparecen de la reunión Briatore y Campos. Acto seguido, Francisco Camps pone a Jorge Martínez Aspar al frente de la operación, apartan a Campos de la escena -que se empeña en hacer la carrera en Cheste- , y se anuncia que se hará en el circuito urbano de marras. ¿Qué maquinarían los tres -los dos Camps y Ecclestone- aquella tarde húmeda paseando por el malecón?. Lo cierto es que se hizo urbana (enorme gasto anual) y la han liado parda.