Antes de arrancar y conducir, el vehículo debe estar siempre en las mejores condiciones posibles, con el mantenimiento al día y la documentación en regla. Esto incluye la carga, ya que transportar objetos incorrectamente puede ser muy peligroso, tanto para el conductor como para el resto de pasajeros del coche. Además, hay que tener en cuenta que no colocar correctamente la carga en un coche puede ser motivo de sanción.

El artículo 14 del Reglamento General de Circulación es el que especifica cómo se deben cargar objetos del vehículo para asegurar la seguridad de sus ocupantes y del resto de usuarios de la vía pública. Estas son sus directrices.

Siempre que se pueda, en el maletero

La carga del vehículo debe ir, preferentemente, en el maletero, siempre respetando la bandeja superior. En caso de necesitar más espacio, puede retirarse la misma y cargar un poco más, pero hay que tener en cuenta que en ningún caso se debe impedir la visibilidad posterior del conductor. Asimismo, en caso de retirar la bandeja, hay que asegurar la carga y evitar que quede suelta y que, en caso de accidente o maniobra brusca, pueda convertirse en un proyectil peligroso. Así, una de las recomendaciones es utilizar una red separadora entre el habitáculo y el maletero.

Los objetos más pesados, independientemente de su tamaño deben ir en el fondo del maletero, ya que, según el artículo 14, la carga se debe disponer de forma que no pueda “comprometer la estabilidad del vehículo”.

Carga en el habitáculo

No siempre se puede cargar todo en el maletero, ya que a veces hay que transportar muebles u otros objetos más grandes. En este caso, la carga debe estar colocada en una posición segura y sujeta para evitar que, de nuevo, sea peligrosa en caso de maniobra brusca o accidente.

Del mismo modo, la carga no puede desestabilizar el vehículo, producir ruido ni polvo. En este último caso, la carga tendrá que asegurarse y cubrirse total y eficazmente para evitar que el polvo pueda molestar al conductor o dificultar la conducción.

Carga en el exterior

Como última opción, la carga puede transportarse el exterior, habitualmente en el techo o en la zaga del vehículo. En este caso, hay que tener en cuenta que la carga no puede cubrir los grupos ópticos del vehículo ni sobresalir de la proyección en planta del vehículo, salvo en casos y condiciones singulares. Además, la carga debe ir perfectamente sujetada para evitar que pueda caerse y convertirse en un peligro para el resto de usuarios de la carretera.

En los vehículos no destinados al transporte de mercancías, el reglamento estipula que la carga podrá sobresalir por la parte posterior hasta en un 10%, un 15% si es indivisible. En cualquier caso, si sobresale, el conductor deberá indicarlo con la señal V-20 para alertar al resto de conductores y usuarios de la vía pública.