¿Estarías dispuesto a pagar más por un coche virtual en el metaverso que por uno en la vida real? Si pasas de los 40 lo verás una locura; si rondas los 30 puede que no te extrañe; y si bajas de los 20 lo verás con total naturalidad. Las nuevas generaciones cada vez ven más unidos el mundo real y el digital, hasta el punto de pasar casi más tiempo con sus amigos jugando en red que echando un partido de fútbol o unas canastas en el parque.

Desde que Mark Zuckerberg anunciase en octubre el cambio del nombre de su compañía al de Meta, en referencia al Metaverso que se está creando en el mundo digital, todo lo que tiene que ver con esta nueva realidad se ha multiplicado de forma exponencial, incluyendo las criptomonedas y nos NFT (Token No Fungibles) a través de la blockchain.

Pagar por algo que no existe de forma material ya es algo habitual entre los más jóvenes. Lo vemos cada día en videojuegos como Fortnite, o plataformas como VRChat o Roblox, donde una de las principales fuentes de ingresos viene de la venta de ‘Skins’ u otros elementos de personalización. Se compran dentro del juego y te permiten sentir distinto, especial e incluso único, en el caso de los NFT. Tanto es así que marcas como Vans o Balenciaga ya cuentan con secciones especiales para la creación de productos digitales que suponen una extraordinaria fuente de ingresos adicional.

Los coches y el Metaverso

La finalidad de un vehículo es la de transportar a sus ocupantes de un lugar a otro, aunque para ello no hace falta un superdeportivo de millones de euros, ni tan si quiera un modelo de alta gama; en cambio, existe un gran mercado de este tipo de vehículos, ya que el mundo del automóvil es, especialmente pasional y aspiracional.

En los mundos abiertos del Metaverso también deberás de desplazarte, y qué mejor manera de hacerlo que sobre el coche de tus sueños. En los juegos de carreras o de simulación ya hay quien paga por tener un modelo exclusivo, o por las mejoras que hacen que su modelo corra más que el de los demás. ¿Por qué entonces no se va a pagar por tener en tu vida digital ese coche con el que siempre has soñado y que además te da prestigio y te distingue del resto de tu comunidad?

En mundos virtuales ya es común pagar por ropa, por una casa o por entretenimiento, y eso que hablamos de entornos bastante rudimentarios en comparación con lo que está por llegar. Como en la película ‘Ready player one’, el usuario se introducirá en un mundo digital extraordinariamente real y con elementos como las gafas 3D o los guantes y la ropa capacitiva, que le harán ‘sentir’ como si estuviese allí de forma real. Y de eso se aprovecharán las marcas automovilistas, desarrollando coches ultrarrealistas que reproduzcan fielmente los de verdad y que transmitan las mismas sensaciones al volante. Algo que ya sucede con simuladores actuales como iRacing, Assetto Corsa o Gran Turismo, entre otros.

Precisamente este último se puede tomar como ejemplo de lo que está por venir, ya que las marcas automovilísticas han desarrollado para esta saga complejísimos prototipos dentro de la gama 'Vision' que sólo se pueden conducir dentro de la plataforma, si bien en algunos casos incluso se han llevado posteriormente a la vida real. A éstos se accedía a través de versiones exclusivas del juego o actualizaciones por las que el usuario debía pagar una cantidad concreta de dinero.

El mundo NFT en el automóvil

Los NFT son elementos digitales únicos, como lo puede ser una obra de arte en el mundo real. Puede haber imitaciones, pero la tecnología blockchain se encarga de determinar cual es el original y auténtico. En la actualidad ya se están pagando auténticas barbaridades por NFT, que en su mayoría son obras digitales en forma de dibujo.

Pero si se ya se están desembolsando millones de dólares en cryptonomedas por unos garabatos pixelados como son los CryptoPunks, nos cuesta imaginar cuánto se pagaría por un coche que una marca automovilística hiciese de forma exclusiva para un usuario. Es decir, un one-off del Metaverso. La tecnología NFT también determinaría cuál sería el primer vehículo que una marca ha creado en un entorno digital concreto o las unidades de una serie especial determinada, de modo que como sucede con los clásicos, se multiplicaría su valor.

Puede que ahora todo esto lo veamos como un futuro distópico y sin sentido, pero viendo como está evolucionando el Metaverso y los mercados digitales ligados a la blockchain, puede que esta ‘no realidad’ esté mucho más cerca de lo que nos imaginamos.