Desde hace días se montan estands de las camisetas del Mundial de Qatar en todo tipo de establecimientos. Es el gran mes del 'merchandising' de selecciones. Hacerse con una elástica de España cuesta entre 90 y 140 euros en la web oficial de Adidas, socio técnico del combinado nacional. La primera sería la versión de aficionado, mientras que la segunda es la que se llama 'Authentic', una denominación comercial para las prendas de mayor calidad, como las que se emplean en el terreno de juego.

Son equipaciones a las que se les saca una enorme plusvalía. Si se mira la etiqueta de la mayoría, se encontrarán referencias como China, donde se fabrican más del 25% de las prendas de Adidas, o Tailandia, lugar de origen que figura en las elásticas de Inglaterra y de otras selecciones que visten Nike. Según informa The Mirror, la vestimenta de los 'pross' se manufactura en factorías donde se paga 1 euro la hora de trabajo.

Importantes beneficios

Actualmente, en la tienda oficial de la selección inglesa se comercializan las camisetas Vapor Match, de juego, y cuyo precio es de 140 libras (160 euros al cambio actual). Estas prendas tienen un patrón diferente y vienen identificadas. Otros combinados nacionales con este repertorio son Croacia, Francia, Países Bajos, Portugal o Turquía. Por debajo están las versiones 'Replica', que se venden por 90 libras (103 euros). Las diferencias están en los materiales y un corte menos deportivo, que permite vestirlas a diario. De hecho, las camisetas de fútbol se han convertido en una parte importante de la industria textil.

Que además, con el valor inmaterial de las marcas del fútbol, genera ingentes beneficios. Mientras que al fabricante le cuesta 17 euros realizar cada camiseta, éste las vende a las tiendas por 32 euros, por lo que se anota un margen del 19% en la venta final cuando el precio final del cliente es de 80 euros. Eso, siempre que escojan la versión más económica. Así, el beneficio de las tiendas ronda los 48 euros, a lo que habría que descontar los impuestos (21% en España).

En cuanto a las camisetas de Inglaterra, según informa The Mirror, se han fabricado en los últimos años en la fábrica Hi-Tech Apparel ubicada en Bangkok. "Los trabajadores nos dijeron este verano que ganaban 331 baht tailandeses (cerca de 9 euros al cambio actual) al día, lo que suponía el salario mínimo por entonces del país. En octubre, éste subió a 353 baht (9,55 euros).

"Nos sentimos orgullosos de ser parte de la fabricación de camisetas para un equipo de clase mundial como Inglaterra", aseguraron al rotativo británico, confirmando que, efectivamente, ese era el centro de producción de la elástica del combinado que dirige Gareth Southgate. Los trabajadores entrevistados aseguraron que, por lo general, trabajaban 60 horas a la semana y que les pagaban las horas extra, así como optaban a una bonificación si alcanzaban determinados objetivos.

Huelgas y represión

"No tenemos sindicatos. Durante las horas de trabajo hay una política de no usar el teléfono. Tampoco se pueden hacer fotos", indicaron los trabajadores tailandeses. Por su parte, Nike, la marca que viste a más selecciones en el Mundial de Qatar, asegura oficialmente que "está comprometida con la fabricación ética y responsable, porque creemos que todo empieza en el respeto por las personas y el medio ambiente".

"Si bien Nike no posee ni controla instalaciones de fabricación, nos esforzamos por trabajar con proveedores que comparten nuestro compromiso de hacer productos de manera responsable y sostenible", argumenta en un comunicado después de las revelaciones de The Mirror. Nike y la Football Association tienen un acuerdo valorado en 100 millones de libras (115 millones de euros).

La situación no es única del fabricante con base en Oregón (EEUU). Este mismo año, empleados de una fábrica de Adidas -patrocinador oficial del Mundial- en Myanmar fueron despedidos después de hacer una huelga. Reclamaban percibir 3,69 euros la hora frente a los 2,19 euros que actualmente perciben. Los trabajadores que lideraron las protestas fueron despedidos y el resto amedrentados por miembros de la junta militar que preside el país desde 2021.