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Alemania revive su pesadilla: eliminada en la fase de grupos por segundo Mundial seguido

La victoria de Japón frente a España hace inútil la victoria de la tetracampeona, que se despide de Qatar | Frappart hizo historia al ser la primera mujer en arbitrar un duelo de Copa del Mundo

Resumen, goles y highlights del Costa Rica 2 - 4 Alemania de la fase de grupos del Mundial de Qatar

MEDIAPRO

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

La pesadilla se vuelve a repetir. Alemania, la gran Alemania, orgullosa tetracampeona del mundo, abandona Qatar en el primer corte, reviviendo la situación vivida hace cuatro años en Rusia. Tras cuatro ediciones consecutivas alcanzando al menos las semifinales, el cuadro germánico enlaza dos eliminaciones consecutivas en la fase de grupos, las dos únicas de su gloriosa historia.

Ganó a Costa Rica, con mucho sufrimiento por momentos, pero no le sirvió para sortear la eliminación, debido a la victoria de Japón contra España. Fue el de Al Bayt un partido histórico, también porque fue el primero en una Copa del Mundo que arbitra un cuarteto de mujeres, liderados por la francesa Stéphanie Frappart.

Pagó Alemania sus pecados de la primera jornada, en la que perdió contra todo pronóstico contra Japón, y lamentó no haber ajusticiado a España en el segundo duelo cuando tuvo oportunidad. Acaba empatada a puntos con España, pero esa goleada de los de Luis Enrique frente a Costa Rica les reportó una ventaja en el diferencial de goles prácticamente imposible de remontar: habría necesitado Alemania marcarle cinco goles más a los americanos para evitar el descalabro.

Salida en tromba

La puesta en escena de Alemania fue extraordinaria, con unos 15 minutos iniciales de llegadas constantes al área de Keylor Navas, que no daba abasto para responder con eficacia a todas las balas que iba recibiendo. Respondió bien a los dos minutos a un chut cruzada de Musiala y después dio gracias por el error de Müller cabeceando en plancha, pero ya no pudo hacer nada ante el testarazo de Gnabry tras un centro desde la banda izquierda de Raum.

El propio Gnabry agarró el balón y corrió con él hacia el centro del campo, consciente de que en ese momento ese 0-1 no le bastaba a Alemania para clasificarse. Todo cambió segundos después, cuando hasta el estadio Al Bayt llegaron las noticias de que Morata había adelantado a España. Fuera por ese motivo o por otro, Alemania rebajó el ritmo infernal que había impuesto y dio incluso alguna opción a Costa Rica. La mejor la tuvo Fuller, poco antes del descanso, tras un error garrafal de Rüdiger, pero Neuer demostró que no le iba a afectar estar casi inactivo hasta entonces.

Todo cambió al inicio de la segunda mitad. Primero en el Khalifa, con los dos goles en tres minutos de Japón frente a España, que dejaban a los alemanes fuera. Como si fueran causa y consecuencia, Costa Rica logró entonces empatar el duelo a través de Tejada, que aprovechó el rechace de Neuer a un cabezazo de Waston. El grupo se había vuelto loco por momento, con los americanos a un gol de clasificarse junto a Japón y dejar fuera a España.

Tres minutos de pánico

Alemania tardó apenas tres minutos en reaccionar, recuperando el fútbol en tromba de los minutos de arranque del encuentro, gozando de cuatro ocasiones claras de Musiala (2), Rüdiger y Müller en espacio de seis minutos. Pero entonces llegó lo impensable, el segundo gol de Costa Rica que eliminaba a España, en una jugada en la que dos centrales peinaron el balón (Duarte y Waston) y el otro, Vargas lo metió como pudo.

Lo tenía ya en cirílico el cuadro de Hansi Flick para evitar la hecatombe, pero no decayó en su intento de irse al menos ofreciendo una buena imagen ante sus aficionados y ante el mundo. Y consiguió al menos remontar el duelo, gracias a un doblete de Havertz y un tanto de Fullkrug.

La noche acabó en drama para los dos equipos. Costa Rica vio rota su ilusión y Alemania volvió a vivir en sus carnes un escenario que hasta hace un cuatrienio era inédito en casi ocho décadas de Copa del Mundo. Tiene ahora cuatro años para reflexionar en profundidad sobre lo que ha ocurrido desde que fue campeón en 2014 hasta ahora. Las caras rotas de sus jugadores en el banquillo, al acabar el duelo, lo decían todo. Un fracaso sin paliativos.