El marco de la selección española vuelve a ser balsámico para Sergio Busquets y Jordi Alba. Su arranque de temporada en el Barça ha sido complejo, siempre situados en el foco por sus sueldos y cuyo rendimiento es medido de forma muy escrupulosa. En la Roja, en cambio, bajo la dirección de Luis Enrique, son incuestionables y sus prestaciones en el campo son fundamentales para que el equipo esté a un solo punto de certificar su clasificación para los octavos de final del Mundial.

Los dos han sido titulares en los primeros partidos y mantendrán este rol en los partidos importantes. La única excepción puede llegar ante Japón con la clasificación ya muy encarrilada. Luis Enrique no tiene ningún tipo de duda sobre su presencia en equipo y su relevancia para mantener el estilo de juego que convierte en la Roja en un conjunto muy singular.

Busquets lleva el timón y es el gran capitán del equipo. Si Sergio logra hacerse con la manija, España juega en campo contrario, controla la posesión y hace daño el rival. “No veo un jugador mejor en su posición para nuestra manera de jugar”, insiste una y otra vez el asturiano sobre el de Badía. Además, su experiencia ayuda a que el equipo sepa sufrir en los momentos más delicados, como en la segunda parte ante Alemania.

Lucho se llegó a plantear su sustitución por un tema físico cuando mandó a calentar a Pau Torres y así avanzar a Rodri, un jugador más robusto, a la medular, pero se lo pensó mejor y decidió que el capitán resistiera los 90 minutos. Aunque le tocó correr mucho para atrás, Busi supo estar en su sitio y, sobre todo, organizar a sus compañeros.

Amenazado

El descanso para Sergio puede llegar ante Japón, sobre todo porque vio la tarjeta amarilla frente a Alemania y una segunda cartulina lo dejaría sin participar en los octavos de final. Busquets deberá jugar con esta amenaza hasta cuartos de final, si España sigue avanzando, ya que a partir de semifinales se limpian las amarillas y no hay riesgo para la final, de no ver una roja directa.

Andrés Iniesta, Sergio Busquets y Jordi Alba en la concentración de la selección española en Doha RFEF

En el caso de Jordi Alba, no está tan claro si jugará frente a Japón o se tomará un respiro. No ha acabado ninguno de los dos partidos, frente a Alemania descansó en la recta final, y se ha recuperado plenamente del fuerte golpe que sufrió justo antes de su sustitución por Balde. Alba se ejercitó este lunes con normalidad y podría mantenerse en el once frente al cuadro nipón.

Luis Enrique entiende que la contribución ofensiva de su segundo capitán es esencial. Ha participado en tres goles, dos asistencias y forzando un penalti, y lo definió como “el mejor lateral izquierdo del mundo de tres cuartos de campo hacia adelante”. Su poder de desequilibrio por la banda lo convierte en un jugador diferencial.

Papeles cambiados

Adiferencia de lo que ocurre en el Barça, Jordi Alba es el lateral indiscutible, mientras que Alejandro Balde es el suplente. El joven barcelonista ha entrado con buen pie en la selección. “Vuela en los entrenamientos”, dicen de él en la selección, pero Lucho no da lugar a la duda. Jordii Alba es su carrilero izquierdo titular y no hau vuelta de hoja.

Thomas Müller y Jordi Alba Christian Charisius/dpa

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Lucho considera que Busquets y Alba, además de sus virtudes futbolísticas, ofrecen ese poso para compensar la juventud del bloque. Junto a Koke y Azpilicueta son los veteranos de la selección y los hombres que deben calmar la tormenta en los momentos de mayor tensión y, en los cruces, cada encuentro es de enorme tensión.

Los jóvenes escuchan sus consejos con atención. Son veteranos y expertos, pero cercanos. La época de ‘gallos’ como  Sergio Ramos ha acabado y la jerarquía se marca de manera natural.