La Generalitat continúa dando pasos para concretar el proyecto de una fábrica de baterías para coches eléctricos en la C. Valenciana, concretamente en el entorno de Ford Almussafes. En este sentido, la Dirección General de Industria acaba de adjudicar por 60.000 euros, impuestos incluidos, el contrato de consultoría externa para realizar un informe que sirva de hoja de ruta en este proyecto empresarial.
Desde hace un año la Conselleria de Economía centra parte de sus esfuerzos en concitar el apoyo de inversión pública y privada para desarrollar un proyecto que se considera capital para el potente sector de la automoción en la C. Valenciana, que se enfrenta al reto de la transformación de los vehículos de combustión tradicional hacia versiones electrificadas.
La propia factoría de Almussafes va a inaugurar en pocas semanas una instalación de ensamblado de baterías para las versiones híbrida e híbrida enchufable del nuevo Kuga. El proyecto que quiere liderar la Generalitat, en contacto con el ministerio, va más allá, ya que supone entrar directamente en la fabricación de baterías de ión litio.
En este contexto, la consultora valenciana IDVIA 2020, una ingeniería especializada en servicios de diagnóstico de la salud estructural de puentes, se ha impuesto en el concurso a PricewaterhouseCoopers (PwC) y se adjudica el contrato con una oferta de 60.301,35 euros, impuestos incluidos.
El objeto del contrato es la elaboración, en tres meses, de un estudio de «Análisis de la oportunidad en el almacenamiento energético en la C. Valenciana», que permita conocer el «posicionamiento de esta autonomía y definir la hoja de ruta a impulsar por la Generalitat en lo relativo a la oportunidad de las tecnologías de almacenamiento energético, con especial énfasis e interés en las tecnologías asociadas a las baterías ión litio y/o su posterior desarrollo», justifica el contrato.
El desarrollo y la producción de baterías es considerado un imperativo estratégico para la UE en el contexto de la transición de la energía limpia y es un componente clave de la competitividad de su sector de automoción. En octubre de 2017, la Comisión Europea lanzó la plataforma de cooperación European Battery Alliance (EBA) formada por las principales partes de la industria interesada, los Estados miembros interesados y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Hay fondos europeos a disposición, pero hacen falta operadores privados que se interesen por el proyecto. «En el contexto descrito, debemos aprovechar esta oportunidad para sumarnos a la iniciativa europea y unir a los diferentes actores involucrados en la cadena de valor de las baterías: industria, institutos tecnológicos y universidades para desarrollar un sector estratégico, como es el del almacenamiento energético, clave no solo con el enfoque industrial descrito sino también para alcanzar los objetivos de la Transición Energética con los que está firmemente comprometida», justifica el informe.
Los movimientos han generado mucho interés en Ford, obviamente, que ve como una ventaja tener un proveedor a pocos metros, pero la propia compañía descarta entrar como promotor o fabricante de baterías. No así otras multinacionales con filial en la Comunitat Valenciana, como la química japonesa Ube, que cuenta con divisiones de fabricación de baterías en otras latitudes y cuyos responsables locales sí se han interesado. También firmas valencianas han mostrado su interés por el proyecto.
