El Ayuntamiento de Meliana planea abrir al público gran parte de la planta baja del 'palauet' de Nolla como espacio cultural y visitable por el turismo, la próxima primavera. Esta iniciativa será posible porque la octava fase de restauración de este singular edificio, y la de mayor envergadura hasta la fecha, ha entrado en su recta final. Tras años en los que se realizaron obras de consolidación general, ahora la actividad se centra en la rehabilitación de las fachadas y la recuperación de los principales elementos decorativos. «Cuando esté acabada esta fase, se va a notar mucho todo el trabajo que se ha hecho», explica el alcalde de Meliana, Josep Riera.
El 'palauet' de Nolla era un chalet señorial, situado junto a la fábrica de los famosos mosaicos, y también un catálogo en vivo en el que el fundador de la firma, Miquel Nolla (antepasado de la exalcaldesa de València, Rita Barberà), recibía a los principales clientes para mostrarles su producción.
Como ya informó Levante-EMV, el consistorio recibió el año pasado una subvención de los fondos Feder de la Unión Europea, que le ha permitido invertir 560.000 euros (de los que la mitad los financia el municipio).
Además de reforzar el forjado de la primera planta para permitir un uso más intensivo del original, por la actividad cultural que se desarrollará, se actúa en cuatro elementos: la decoración de pinturas y yeserías, la carpintería exterior, dos de las fachadas y los mosaicos de algunas de las estancias. «En los mosaicos, la intervención consiste en tocar lo menos posible y solo actuar en los puntos donde estaba abombado. Por ello, para actuar en los forjados de la primera planta, los hemos desmontado desde el techo de la planta baja», explica Josep Riera.
Así, a principios de 2020 quedará finiquitada esta fase y podrá reabrirse el 80% de la planta baja, con algunos espacios musealizados para explicar el edificio y la historia del mosaico Nolla, y también se utilizará el patio. Ello permitirá, no solo que el edificio sea visitado sino que algunas dependencias puedan albergar actividades culturales municipales.
Riera es consciente de que es difícil generar un turismo propio por lo que se lo plantea como un complemento a las visitas que recibe la ciudad de València. «Tenemos dos conexiones magníficas además, el Anell Verd que se está construyendo y la 'Via Xurra», defiende Riera, además de incidir en que «el mosaico estaba olvidado y considerado antiguo pero, en los últimos tiempos, se ha producido una reconexión y se ha vuelto a valorar, lo que es un atractivo».
Respecto a las actuaciones futuras, el alcalde avanza que «el proyecto ya es imparable», por lo que recurrirá a nueva financiación europea o fondos de otras administraciones para seguir invirtiendo. Si bien se calculó inicialmente en siete millones de euros, de los que ya se ha invertido uno, el trabajo sobre el terreno ha rebajado esa cifra a unos tres millones. «No descartamos acudir también a la financiación privada. Pero eso será cuando ya esté abierto el edificio y se pueda comprobar el potencial que tiene», concluye el alcalde.
