Una zona verde de 26.000 metros cuadrados, una «zona de recreo para adolescentes con mobiliario pensado exclusivamente para ellos», un jardín terapéutico de horticultura, un nuevo vial, láminas de agua y fuentes, juegos infantiles, cien plazas de aparcamiento, servicios de restauración... y una noria gigante de estructura transparte «sin ejes ni radios». Esa es la propuesta que la firma Circular View ha puesto sobre la mesa del Consorcio València 2007 para dar un nuevo uso a la zona ubicada junto a junto al canal de la Marina, a pocos metros de la pérgola y el puente giratorio. La noria, de 120 metros de altura, será un nuevo icono en la fachada marítima, que se acompañará con el proyecto de reurbanización del entorno, eliminando lo que quede del circuito de F1 y con una inversión prevista de entre 8 y 10 millones solo en la urbanización. La inversión global anunciada para la construcción de esta noria es de 120 millones de euros.
El proyecto de Circular View, detrás de la cual estaría un grupo de inversores americanos y suizos, no ha sido todavía aprobado por el Consorcio, que no es probable que tome ninguna decisión hasta pasadas las elecciones municipales, y requeriría en todo caso una modificación del plan especial de la Marina de València al ocupar terrenos calificados como espacio libre. Así está previsto hacerlo con la torre eólica proyectada en la bocana de la Marina, otro de los elementos en altura impulsados en el frente marítimo, que en este caso ya ha recibido el visto bueno del Consorcio por su carácter innovador y de impulso a las energías renovables.
El cambio de usos debería hacerse a favor de una nueva concesión y un proceso de concurrencia puesto que el Consorcio no puede adjudicar directamente las parcelas de la Marina.
Además de la modificación del planeamiento el Consorcio exigirá al promotor garantías y avales económicos.
El de la noria no es el primer gran proyecto de inversión que aspira a instalarse en este codiciado espacio. El Consorcio ya rechazó el hotel-casino de los Docks y una base para regatistas rusos, entre otras propuestas, por no encajar con la filosofía de este enclave, ahora enfocada a la innovación, la náutica y la cultura, aunque sin renunciar por completo a los usos terciarios, entre los que se incluye un nuevo hotel junto al edificio del Reloj.
Los promotores de la noria gigante de la Marina, bautizada como «L'Ull de València», inspirada en el famoso London Eye, aseguran que esta atracción será un «nuevo icono que dará gran reputación internacional a València y servirá para la regeneración urbana de su área de emplazamiento».
La noria, afirman sus promotores, no tendrá apenas impacto visual, ya que a diferencia de otras norias convencionales no tendrá ni eje ni radios, con lo cual «ensalzará todo su entorno y mejorará el 'skyline' de la ciudad, en especial la zona portuaria, una mejora para un paisaje lleno de enormes grúas portuarias y áreas de contenedores». Con esta reurbanización se tendrá en cuenta los accesos de la zona mejorando la circulación de personas y vehículos. Se construirá un carril bici con zonas de estacionamiento para estas y otras para patinetes y motos eléctricas. A la propuesta de estos inversores para la Marina no le falta el componente de sostenibilidad energética y reciclaje.
