El sindicato CSIF ha planteado ante el Comité de Seguridad y Salud Laboral del ayuntamiento su lista de prioridades a la hora de reforzar instalaciones municipales, así como la necesidad global de aumentar la plantilla de agentes. En la primera de las peticiones ha sostenido que es necesaria la presencia de policía en el horario de atención al público de los centros municipales de servicios sociales, el Centro de Apoyo a la Inmigración y las oficinas del cementerio general. Llama la atención la solicitud en este último caso, pero se trata de una reivindicación habitual. Fuentes municipales explicaron que «aunque se ha apreciado últimamente una tendencia a que sea menos frecuente», sí que es cierto que las oficinas del cementerio son, en ocasiones, escenario de situaciones de tensión. Provocadas, fundamentalmente, por la aplicación de las ordenanzas. Los casos hacen referencia, por ejemplo, a cuando los funcionarios advierten a la familia de un finado que en los cementerios municipales no se puede elegir hilera en los nichos. O incluso que, en función a las disponibilidades, no se garantiza en qué cementerio se produce el enterramiento. O, por ejemplo, convencer de que un nicho no puede reabrirse para un nuevo enterramiento si no han pasado cinco años y un día. Situaciones éstas que forman parte de la normativa y que, en estados de alta sensibilidad, no siempre se entienden y derivan en amenazas o insultos.
La central sindical advierte de las agresiones verbales a trabajadores y reclama más protección, para lo que considera necesaria la presencia de agentes municipales. En la reunión, el ayuntamiento adujo en general, a «la escasez de efectivos» y apelaron a una «reconsideración» de prioridades para asignación de efectivos.
CSIF ha subrayado que la actual plantilla de Policía Local resulta «totalmente insuficiente» para atender las necesidades de la ciudadanía y ha exigido una composición «real» de 1.700 agentes en la ciudad de València.
La central sindical señala que cualquier convocatoria de plazas debe contemplar «no solamente las vacantes actuales, sino las que se producirán en los próximos años» en alusión al creciente envejecimiento de la plantilla, que prevé un considerable número de jubilaciones a corto y medio plazo. El sindicato advierte de que la disminución de plantilla ha disparado la ratio de ciudadanos por agente local, que ha pasado de un policía local por cada 470 ciudadanos a uno por cada 524, por el incremento de población y la pérdida de plantilla, por lo que ha insistido en que cualquier convocatoria de plazas debe tener como horizonte esa ratio de 470 para garantizar un mínimo de seguridad.
