La concejalía de Espai Públic ha inspeccionado en lo que llevamos de año más de 178 apartamentos turísticos en la ciudad, la gran mayoría tras denuncias presentadas por los vecinos. Estos controles se llevan a cabo basándose en los datos que figuran en el registro de viviendas turísticas de la Generalitat Valenciana, explican desde la delegación que dirige Lucía Beamud.
De esta manera, el Ayuntamiento de València ha superado ya el número de inspecciones realizadas el año pasado para evitar el fraude en los apartamentos turísticos. Si en 2017 la cifra de reconocimientos por técnicos municipales fue de 70, el año pasado creció de manera importante para alcanzar las 174 visitas. Sin embargo, en los nueve primeros meses de 2019 el número de inspecciones supera ya las 178, un notable incremento que trata de atajar posibles fraudes.
Lo cierto es que la gran mayoría de las inspecciones realizadas por los técnicos municipales se han llevado a cabo después de que los vecinos hayan denunciado presuntas irregularidades en estos apartamentos turísticos. Según la concejalía el 90 por ciento de las visitas se ha producido tras requerirlo otros propietarios vecinos, mientras que el 10 por ciento restante corresponde a reconocimientos de oficio de nuevos pisos inscritos en el registro turístico de la Generalitat.
«Desde el Ayuntamiento de València estamos haciendo un esfuerzo importante, a nivel de inspección, para detectar apartamentos ilegales en la ciudad», asegura la concejala Lucía Beamud.
«Trabajamos para hacer cumplir la norma y que los apartamentos turísticos permanezcan en plantas bajas y primeras plantas, para evitar una burbuja de precios de alquiler y evitar el problema que han supuesto para otras ciudades la no regulación y el no control de los apartamentos turísticos», argumenta la representante de Compromís.
Beamud explica que la labor de la inspección del ayuntamiento «junto con una política decidida en favor de los alquileres asequibles, garantizará que los vecinos y vecinas no sean expulsados de sus barrios por no poder hacer frente al alquiler mensual».
En la actualidad, y según la Federación Española de Apartamentos Turísticos, en València existen un total de 5.756 pisos destinados a su arrendamiento vacacional. Sin embargo, la cifra de inmuebles destinados a esta actividad económica es mucho mayor en el «cap i casal». Solo en el portal Airbnb se anunciaban hace unos meses 6.552 apartamentos, muchos de ellos ilegales, pues ni están inscritos en el registro de la Generalitat ni cumplen con lo que estipula la normativa urbanística (plantas bajas y primeras plantas), por lo que el fraude es mucho mayor del detectado por los organismo oficiales, según denuncian plataformas como Veïnat en Perill d'Extinció.
Hay que reseñar que las inspecciones que lleva a cabo el servicio de Inspección Municipal no implican, necesariamente, sanción, pues los expedientes se trasladan más tarde a licencias urbanísticas que, en colaboración con la Policía Local, procede a levantar las sanciones en el caso de que se compruebe que los apartamentos no cumplen con alguno de los requisitos legales.
Una mayoría de los alojamientos turísticos ofertados en València se concentran en Ciutat Vella, con unos 1.500 anuncios publicados en las principales plataformas dedicadas a este negocio. En Poblats Marítims el número ya supera el millar de pisos de alquiler vacacional, mientras que en l'Eixample la cifra ronda los 700.
El Plan Especial de Ciutat Vella ha tratado de poner coto a la expansión de los apartamentos turísticos, todavía en fase aprobación. Durante su tramitación se han bloqueado las nuevas licencias y en el futuro solo se permitirá una ocupación máxima de 60 días al año por inmueble. En edificios singulares de difícil uso residencial sí se podrán autorizar nuevas licencias.
