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Joan Ribó : "Los grandes proyectos siguen adelante, pero los presupuestos del 21 y el 22 serán duros"

El alcalde de València asegura que la buena situación económica del ayuntamiento permitirá mantener grandes inversiones, pero ya anuncia un primer presupuesto restrictivo el año que viene

Joan Ribó : "Los grandes proyectos siguen adelante, pero los presupuestos del 21 y el 22 serán duros"

El recuerdo muy presente de Ramón Vilar y la gigantesca crisis que ha provocado la pandemia de la covid-19 han marcado el primer año de la segunda etapa de Joan Ribó al frente de la alcaldía de València. El máximo responsable de la ciudad asegura que su gobierno funciona más engrasado que en el primer mandato y que los proyectos previstos se mantienen, pero advierte que vienen tiempos muy duros y anuncia el primer presupuestos «restrictivo» en años.

Si le parece comenzamos por los últimos acontecimientos y la pérdida de Ramón Vilar.

La muerte de Ramón Vilar me ha descolocado mucho... He trabajado con él durante cinco años y compartía muchos de sus planteamientos. También una amistad aunque no fuéramos del mismo partido. Me ha afectado mucho personalmente y me ha impresionado. Inevitablemente afectará también al ayuntamiento, en tanto y cuando tenemos que recomponer su área. Ramón tenía una gran experiencia.

¿Cómo valora a su sustituto, Borja Sanjuán?

Es una persona con una preparación adecuada, es joven porque está a punto de hacer los 28 años, pero entre todos conseguiremos que se adapte cuanto antes. Pero es cierto que es un problema que venga en un año en el cual vamos a tener unos presupuestos restrictivos, los primeros en años. Hasta ahora íbamos creciendo un 2 o un 3 por ciento, pero este año tendremos que decrecer un porcentaje que aún tenemos que definir. No es tan fácil hacerlos...

La oposición de València comenzó la crisis del covid-19 acusándole de estar desaparecido y al final ha firmado con el equipo de gobierno un pacto por la reconstrucción.

Yo no me santifico con el trabajo, como hacen otros, no voy a decir quién lo dice. Estoy a las 8:30 cada día aquí y muchas tardes sigo de reuniones. No duermo aquí porque no hace falta, pero si hiciera falta, dormiría aquí. Dicho esto, también he de decir que la inmensa mayoría de la oposición ha tenido un comportamiento aquí que más positivo que el que está teniendo a nivel estatal. He de felicitar su voluntad de llegar a acuerdos, porque hemos sido de los primeros ayuntamientos en llegar a un acuerdo de reconstrucción y ese mensaje para la población es muy importante.

Pese al acuerdo, la oposición insiste en que su equipo de gobierno tiene la posibilidad de bajar impuestos y no lo hace.

Hay determinadas tasas que sí hemos bajado y es razonable que se bajen. Pero le recuerdo las palabras de Ramón Vilar, que decía que era un social demócrata ortodoxo : el ayuntamiento ha de tener recursos para hacer frente a los grandes servicios básicos municipales. No podemos bajar impuestos alegremente porque complicaría mucho la prestación de servicios. La inmensa mayoría de la población lo entiende y le doy un dato: no hemos tenido más reclamaciones del IBI que otro año, ni más devoluciones del impuesto, ha sido un año normal. La inmensa mayoría entiende que es necesario y el IBI es el impuesto fundamental del ayuntamiento. Cuando el PP y Cs hablan de bajar impuestos me da la sensación que solo piensan en las grandes empresas y las personas muy ricas.

Ha anunciado que habrá presupuestos restrictivos, ¿es una consecuencia de la menor recaudación?

Claro, van a ser unos presupuestos contractivos porque las aportaciones del Estado van a disminuir, la recaudación de impuestos disminuirá porque disminuyen las tasas, etc. Pero no podemos quedarnos sin nada porque entonces ¿cómo prestaremos servicios básicos como la limpieza? Si ellos gobernaran no lo harían.

¿Cuál ha sido la decisión más difícil que ha tenido que tomar durante la pandemia?

Ha habido muchas difíciles, pero sinceramente la más difícil era aquella que impedía a los familiares de las víctimas asistir a su entierro. Se lo pedí por escrito incluso al ministro, porque me parecía poco humano.

¿Va a dejar algo bueno esta pandemia?

Sí, la primera cosa que nos dice es que no somos todopoderosos. Que un bicharraco como este te puede fastidiar. Esta pandemia traerá aspectos positivos como el teletrabajo. Teníamos 212 licencias antes de la pandemia y ahora tenemos más de 2000, se había multiplicado por diez. Lo tenemos que arreglar y organizar, y estamos planteando acuerdos con sindicatos. La pandemia también nos dice que no podemos globalizarlo todo y que hay que hacer las cosas aquí, como las mascarillas o tener una alimentación de proximidad.

Hemos visto varias modificaciones de crédito para hacer frente a la emergencia sanitaria. ¿Se van a retrasar algunos de sus proyectos importantes?

No, no tenemos planificado retrasar ningún proyecto. Algunos se retrasan por temas jurídicos como la plaza de la Reina, pero es una cuestión que no depende de nosotros y me sabe mal que se judicialicen tanto las licitaciones. Pero nos estaban criticando porque seguíamos haciendo muchas cosas durante la pandemia, como la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento. Nuestra hoja de ruta siga intacta. A ver, el presupuesto del 21 no está hecho, pero mi voluntad es que continúen adelante todos estos proyectos porque la ciudad no se puede detener. Y estamos poniendo las bases para poder hacerlo porque tenemos recursos y son inversiones. No son gastos generales, donde sí estamos un poco amarrados, pero en inversión no. No es voluntad de este alcalde retrasar proyectos como el de la Reina o el entorno de la Lonja. Y piensa también en el Parc de Desembocadura, que es otro gran proyecto que cuenta ya con la aprobación del Puerto en su plan parcial.

Pero es innegable que la crisis sanitaria va a lastrar mucho la acción de gobierno en este segundo mandato. ¿Le preocupa que no luzca el trabajo?

Lo primero es lo primero. Si no se pueden hacer determinadas cosas que no se podrán hacer, porque al menos los presupuestos del 21 y 22 serán muy duros. Se hará lo que se pueda, pero estamos en una situación financiera muy buena para hacer frente a determinadas inversiones. Vamos a destinar 32 millones del remanente a pagar deuda. Esto lo hacemos para bajar deuda y tener capacidad en los presupuestos del 21 y del 22 para poder utilizarlo en determinados proyectos de inversión. Con esta operación llegaremos a 297 millones de deuda, cuando veníamos de los mil y pico de 2011. Desde 1997 no conocíamos un nivel de endeudamiento tan bajo.

Estímulo económico, refuerzo de los servicios sociales y urbanismo táctico se vislumbran como las tres principales líneas de acción a corto plazo. ¿Es así?

Sí, el tema del urbanismo táctico tiene muchas variantes, no solo actuaciones como Sant Agustí o Pintor Segrelles, sino también es decirle a una terraza que baje a la zona de aparcamiento, donde ayudamos al sector y logramos una ciudad amigable y paseable, y además la gente lo desea. Por otra parte, reforzamos la vertiente social porque los datos son terroríficos.

¿La propuesta de bajar las terrazas a la calzada se va a mantener en el tiempo

Sí, pero para mantenerlo tenemos que legalizarlo, porque en estos momentos el reglamento solo nos permite hacerlo en los pueblos, pero no en la ciudad. Pero yo creo que hay que bajarlas porque yo creo que la calle es para pasear, y las terrazas deben ocupar parte del espacio dedicado al aparcamiento de los coches. Si hace falta buscaremos aparcamientos disuasorios.

Comerciantes y vecinos pidieron que el bus siguiera accediendo a la plaza del Ayuntamiento, pero no parece la opción más idónea.

Mira al principio pensaba, y así me convencieron, de que era imprescindible. Pasaban 11 líneas por la plaza y pasar de 11 a 0 es muy difícil de explicar. Que haya una línea es bueno, pero no sé si hará falta en el futuro. A veces las cosas no se pueden hacer de una tacada. Ahora estamos en un proceso en el que la gente nos tendrá que decir si quiere que pase el bus o no, pero las cosas no se pueden hacer ordeno y mando. Te pongo otro ejemplo, el de las Fallas. Si el día que decidimos aplazarlas hubiéramos dicho directamente que no había, hubiéramos tenido una rebelión. Pero no lo hicimos intencionadamente, porque pensábamos que las podíamos hacer.

¿No cree que Colón necesita repensarse con profundidad?

Es que las lineas de autobús han de pasar por alguna parte si queremos que lleguen al centro. No hay muchas más soluciones. No me disgusta la calle ahora. Eso sí, los coches que se desplazan por València y no van necesariamente a algún tramo de esa calle o la zona, no han de pasar por ella. Ha de ser fundamentalmente una calle para el transporte público.

Un robo de 4 millones, una comisión de investigación, una crisis sin precedentes? ¿Es la EMT el dolor de cabeza más importante del alcalde?

Lo que me preocupa de la EMT no es el fraude, sino que a final de año tendremos un déficit de 27 millones por falta de ingresos provocada por el coronavirus. Son los recursos que faltan, que tenemos que buscar, y que seguimos pidiendo al Estado.

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