En el Festival de Cine de San Sebastián, el actor Luis Tosar ha vuelto a sorprender con la película "Operación E", inspirada en la historia real del campesino colombiano José Crisanto, que cuidó del hijo que la abogada Clara Rojas tuvo durante su cautiverio con las FARC.

El ganador de tres Goya y una Concha de Oro da vida a este personaje, que, según ha dicho a Efe, fue saliendo "de manera un poco natural cuando lo preparaba y tiene que ver con la idiosincrasia de los colombianos, tan diferentes de los gallegos, más parcos".

Rodada en el río Meta, uno de los grandes afluentes del Orinoco, "Operación E", de Michel Courtois, cuenta la historia real de José Crisanto Gómez, el campesino colombiano al que las FARC entregaron a Emmanuel, el bebé que Clara Rojas, quien fue secuestrada junto a Ingrid Betancourt en febrero de 2002, tuvo en la selva.

No obstante, el niño, gravemente enfermo, fue llevado por Crisanto y su familia a un hospital donde el Estado, ajeno a la identidad del pequeño, se quedó con la tutela.

Acusado de secuestro

En el tránsito, Crisanto no solo fue perseguido por las FARC para utilizar al niño como moneda de cambio, sino también por la policía y los militares, quienes lo acusaron de secuestro y acabó en la cárcel.

"Desde luego -reflexiona Tosar-, te queda la cosa de pensar que es un tipo solo que, arrastrando a su familia muy a su pesar, se enfrenta a todo, a los poderes fácticos de un país en conflicto, y acaba mal, como un chivo expiatorio".

"Estaría bien que aprendiésemos la lección, porque nosotros sabemos que tenemos que luchar contra algo, aunque nuestro país no esté en conflicto. Deberíamos ser más espabilados de lo que lo somos", apunta Tosar.

En "Operación E", explica el actor, "hay una intención de representar a muchos millones de personas. En relación con Colombia, a 4 millones de desplazados, que viven refugiados dentro de su propio país, en el anonimato más absoluto por pura seguridad, para salvar su vida".

Como Crisanto y su esposa, a la que en la cinta encarna la intérprete colombiana Martina García, miles de personas viven en Colombia en chacras (granjas), "donde pueden pescar y cultivar algo, y llevar una forma de vida pobre y sencilla, pero digna. Sin embargo, cuando se desplazan a la ciudad, ese mismo tipo de vida se convierte en miseria", ha advertido Tosar.

"La realidad es mucho peor de lo que cuenta la película, así que el guionista Antonio Onetti subrayó las características más señeras del personaje y las llevó a un nivel superlativo, intentando crear un héroe a partir de la figura de Crisanto", ha señalado el protagonista de "Celda 211".

También ha manifestado que el director del filme, Courtois, quiso que Crisanto recordara a "aquellos personajes italianos de los años 50, los buscavidas que hacen lo que sea para sacar a la familia adelante. Ese fue el gran problema de Crisanto, lo que le llevó a la cárcel".