Para muchos valencianos el almuerzo es como un ritual, el mejor momento del día donde delante de un buen bocadillo comparten con sus compañeros de trabajo y amigos toda la actualidad política y social. Jóvenes y mayores disfrutan de esta tradicional reunión que sirve para hacer un descanso y desconectar de los problemas de la vida cotidiana.

Reunirse para el almuerzo diario no tiene edad. Muchos mayores después de levantarse temprano para salir a caminar o realizar alguna ruta en bicicleta hacen su parada para coger fuerzas con un buen bocadillo. Los más jóvenes tampoco han perdido esta costumbre y acuden a la cita de la mañana para recargar pilas tras una dura jornada en las fábricas y oficinas.

En la cultura del almuerzo, el bocadillo de tortilla es el preferido por los valencianos, pero la crisis también ha hecho su aparición en este acto tan tradicional y las tostadas y los 'medios bocadillos' han cogido protagonismo.

Una de las propietarias de los establecimientos consultados asegura que "los más madrugadores se comen el almuerzo a las 8 horas, generalmente son grupos", pero "a lo largo de la mañana el goteo de gente es constante". Además, asegura que "pese a la crisis, los viernes sale todo el mundo a almorzar. Ese día está todo a reventar".