Siempre que los veo me pregunto no qué hacen ahí sino qué hacen ahí los dos. Cuando en La1 el fin de semana Pedro Carreño, con su boquita de pitiminí, sus labios de rojo intenso, y su movimiento de cabeza, como un ave que picotea, da paso a los deportes, ahí están los dos, Marc Martín y Arsenio Cañada . ¿Para qué?, insisto.

No sé por qué salen los dos, juntitos. Estamos acostumbrados a las parejas de presentadores de las noticias - Vicente Vallés y Lourdes Maldonado , Sandra Golpe y Álvaro Zancajo , o José Ribagorda y Carme Chaparro -, chico y chica, siempre. Pero llegan los deportes y se acabó el emparejamiento. Menos en Cuatro, que saca a Manu Carreño y al otro, a Manolo Lama , Los Manolos, pero esa pareja se dedica al show deportivo, o al menos así me lo parece cuando me detengo en ellos unos segundos.

Lo de Marc y Arsenio es otra cosa. Son el Zipi y Zape de La1, las Terelu y Campos del plató, los Juan Ramón Lucas y Carlos Alsina de los Deportes. Uno lleva barba, el otro no. El de la barba va sin gafas, el otro no. Uno con traje claro. El otro, oscuro. Los dos parecen presentadores de concurso, con sus tarjetitas en la mano plantados ante el gran plasma, retratados con una cámara que parece del enemigo, desde arriba, como un pajarillo que los ve muy pequeñitos, casi deformados en esos planos tan picados.

Me hace mucha gracia verlos, tan absurdos. Sentarlos en la misma mesa de Pedro y Raquel Martínez daría sensación de multitud, así que los sacan de pie, junto a la mesa central, moda que vemos desde que echaron a Ma- ría Escario . Sigo preguntando, ¿para qué? Para dar tensión narrativa, dice un jefe de la casa. Y me vuelve a dar la risa.