Centauros del desierto, el magistral western de John Ford, ha cumplido 60 años. Protagonizada por John Wayne, la película está considerada, seis décadas después, como uno de los mejores y más influyentes títulos de la historia del cine.

Una película basada en la novela de Alan Le May, que ha su vez se inspiró en un suceso real que tuvo lugar en 1836. Centauros del desierto narra la historia de un veterano de la Guerra Civil estadounidense (Wayne) que se embarca en la búsqueda de su sobrina (Natalie Wood), secuestrada por los indios en pleno enfrentamiento entre los nativos y los colonos texanos.

La película, que se estrenó el 13 de marzo de 1956 en las salas estadounidenses, fue designada como el gran wester americano por el American Film Institute en 2008. Además la cinta forma parte del archivo que preserva el Registro Nacional de Cine debido a que se considera "cultural, histórica, o estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso.

Sin duda, Centauros del desierto contaba con los ingredientes necesarios para entrar en el Olimpo cinematográfico: Al frente del proyecto, Ford, un genio indiscutible; como protagonista, una de las grandes estrellas de Hollywood, el mítico John Wayne; y una localización espectacular, como es el Oljato-Monument Valley de Utah.

Además, para el recuerdo quedará su magistral plano final, con John Wayne, el cowboy por excelencia, alejándose del hogar familiar. Un desenlace casi capicúa que fue, sin duda, la guinda del pastel.

Mucho mas que 'otra de vaqueros'

Más allá del western, muchos críticos han considerado que Ford trató de explorar el maltrato brutal al que fueron sometidos los indios por los colonos blancos. En 2001 Roger Ebert señaló que "Ford estaba tratando, de forma imperfecta, incluso con nerviosismo, de representar el racismo que justificó el genocidio".

El propio Ford trató este tema, sin nombrar ningún título en concreto, durante una entrevista a Cosmopolitan en 1964. "Hay algo cierto en las acusaciones de que los indios no han sido retratados adecuadamente o de forma justa en el western, pero estos cargos son una generalización amplia y en ocasiones injusta", señaló.

El cineasta continuó dando su opinión sobre el tema: "Los indios no recibieron de buen grado a los blancos... y no eran diplomáticos. Si fueron tratados de forma injusta por los blancos en las películas, eso es, desafortunadamente, porque era lo que ocurría en la vida real. Había muchos prejuicios raciales en el Oeste".

Otra de las curiosidades que rodea a la cinta, es que a pesar de ser considerada como uno de los mejores western de la historia, lo cierto es que Centauros del Desierto no fue ni siquiera nominada a los Oscar, convirtiéndose en una de las grandes ignoradas por la Academia de Hollywood que aquel año se entregó al drama histórico Un hombre para la eternidad. Pero el tiempo, ese juez supremo, pone a cada uno en su lugar...