Viviendas particulares, librerías, supermercados, piscinas, floristerías, estudios de diseño, galerías de exposiciones... Nadie estará a salvo en el barrio más vivo de Valencia entre el 25 y 30 de septiembre. Y es que son precisamente los espacios privados el objetivo de la marea artística de Russafa Escènica 2012, un festival interdisciplinar a punto de empezar su segunda edición, avalado por el éxito de haber logrado el año pasado un 98 % de ocupación, con una afluencia de casi 3.500 espectadores.

Es justamente la invasión de la privacidad el aglutinante artístico y, por lo tanto, el objetivo común de las propuestas preparadas por decenas de profesionales de la escena y de la plástica, fusionados expresamente para el certamen. Así, cada una de las compañías teatrales participantes incorpora a un artista (pintores, escultores, grabadores, fotógrafos, videoartistas...) con obras que acompañan y complementan la propuesta anfitriona. En conjunto, dieciséis espectáculos innovadores, denominados Viveros, de aproximadamente media hora de duración cada uno.

Brevedad y pequeños espacios de representación, por tanto, para un público necesariamente escaso en cada puesta en escena. Pequeño formato, dicho de otro modo. Pero que nadie se equivoque, porque pequeño no es monótono, ni homogéneo, ni conformista, ni, por supuesto, aburrido. Muy al contrario, en Russafa Escènica hay mucho, bueno y variado: teatro (convencional, gestual, de marionetas...), danza, música... Todo ello, avalado por artistas muy jóvenes, llenos de fuerza y de ilusión porque dan ahora sus primeros pasos en su tan injustamente maltratado universo artístico, al lado de otros con el prestigio absolutamente consolidado ya, y cuya sola presencia en esta explosión artística da buena cuenta de que ni la popularidad, ni el tiempo, ni menos aún las dificultades les han restado un ápice de hambre y compromiso profesional.

Algunos de los Viveros propuestos en Russafa Escènica son Concierto sentido (María José Peris, Silvia Rico, Ana Conca, Arantxa Pastor, Luisa Domingo y Mariló Tamarit, junto con Carlos Montesinos como artísta plástico), De cómo James Stewart nos desnudaba con la mente (de Nacho López Murria y la fotógrafa Amparo Balsas), De pecas y aviones (Ana Lorenz y Paula Llorens), Manolita en la frontera (Antonia Bueno y Mercedes Vandendorpe), o Metus, el canto de los grillos (Cía. Theatretk y la fotógrafa Lucía Sáez).

«Bosques» propios

El plato fuerte de Russafa Escènica 2012, con todo, será el estreno de dos producciones propias, agrupadas bajo el epígrafe de Bosques. Se trata de dos propuestas que la organización del certamen califica como «poco convencionales y de gran nivel creativo». El agua y tú, de Alejandro Tortajada y su compañía Sala Equis, pretende que el espectador se sumerja en una piscina (de hecho, deberá acudir ataviado con bañador, chanclas y toalla), interactúe con los actores y disfrute de la representación desde una perspectiva diferente e insólita. Más concretamente, El agua y tú busca llevar al espectador al límite en un espacio cerrado, húmedo y viciado, donde las personas se exponen, se tocan y pierden parte de su intimidad, sumergidos en una historia en la que un inocente ensayo de natación sincronizada puede convertirse en escenario de terribles sucesos... Entre los actores protagonistas se encuentran Cristina Fernández, Àlex Cantó y Patricia Teruel. El segundo Bosque es TC 4/6, de Vicente Aranda y su compañía Losquequedan. En TC 4/6 nada es lo que parece y se invita al público participante a reflexionar sobre la diferencia conceptual entre impostor y actor.

Además de Viveros y Bosques, la segunda edición del festival ruzafeño presenta una nutrida oferta de actividades paralelas, con las que también busca implicar al público. Son propuestas, en este caso, alejadas de lo estrictamente escénico y planteadas con el objetivo de generar un espacio de encuentro y experimentación, al tiempo que se exploran nuevas formas de comunicación.

Todas estas actividades se agrupan también en torno a una temática común, inspirada en crear una actitud activa, tanto física, como mental. ¿Cómo? Haciendo. De ahí, precisamente, la importancia de la implicación activa del público, al que se invitará a compartir ideas, gustos y actividades: cocinar mientras se conspira, participar en una liguilla de futbolín,visitar el propio barrio de Russafa...

El plazo para apuntarse a esas actividades terminó ayer, jueves. Sin embargo en Russafa Escènica hay otras de libre acceso, como la exposición fotográfica La mirada humilde, de José Luis Abad; la presentación del programa de actividades culturales del Instituto Confucio de Valencia, o la de la nueva guía de la Associació d´Actors i Actrius Professionals Valencians.

Profesional y ambicioso

Las peculiaridades formales y organizativas de Russafa Escènica han llevado a que en ocasiones se le encuadre en lo alternativo, un calificativo al que su director artístico, Jerónimo Cornelles, quiere salir al paso remarcando que «somos profesionales de la escena valenciana y con este festival demostramos que, cuando se quiere y se pone la suficiente voluntad, otras maneras y otros formatos son perfectamente posibles. Russafa Escènica es además „añade Cornelles„ una iniciativa pionera y de envergadura. Si, en lugar de en Valencia se hiciera en Madrid, toda España hablaría de este festival».

Abundando en la cuestión, Cornelles pone igualmente el acento en la localización del festival. «Se hace en Russafa, un barrio de Valencia, pero ni es un festival de barrio ni se hace exclusivamente para el barrio. Muy al contrario, Russafa Escènica tiene hoy por hoy toda la ambición de convertirse en un referente nacional dentro de las artes escénicas, lo que poco a poco, y sin apenas medios ni apoyos institucionales, vamos consiguiendo. En Valencia „concreta Cornelles„ está en pleno proceso de consolidación; más, en un momento como este, cuando ha desaparecido el VEO y ya no existe nada similiar ni de semejante en vergadura en la ciudad. Russafa Escènica, además, es un certamen en el que los artistas y actores valencianos pueden mostrar sus obras y propuestas, un gran escaparate cultural en una ciudad que, en términos culturales, se caracteriza por tener ventanas muy pequeñas».

El director artístico de Russafa Escènica tampoco dejar de reconocer a quienes hacen posible la iniciativa. «Entre colaboradores, artistas, espacios, actores..., hay casi cuatrocientas personas trabajando. Todo, sin más apoyo que el micromecenazgo de la gente de la calle a través de Verkami y algunos patrocinadores. Aquí todo el mundo trabaja gratis „resalta Cornelles„. El año pasado tocamos todas las puertas, pero este año no hemos pedido apoyos institucionales porque ya conocíamos la respuesta de antemano. Lo que, por otro lado, demuestra que la iniciativa y la creatividad no son solo cuestión de dinero, sino de voluntad política», concluye el actor, autor y director teatral, Premio La Cartelera 2011.

Voluntad colectiva, porque Russafa Escènica es un festival sin ánimo de lucro. Su segunda edición se ha puesto en marcha con un presupuesto de solo 4.800 euros, y entre los artistas consolidados que han contribuido a difundir el proyecto mediante vídeos promocionales, se encuentran nombres como los del diseñador de moda Francis Montesinos, el tres veces Premio Nacional de Teatro José Carlos Plaza, la actriz y cantante Mamen García, o el actor Ferran Gadea.

Además de Jerónimo Cornelles, forman parte de la organización de Russafa Escènica, entre otros, Silvia Valero (secretaria y coordinadora del festival), María Muñoz y Ximo Rojo (coordinadores de compañías y espacios de Viveros, respectivamente), Fran Guinot (coordinador de Bosques), y Sandra Gómez, Juan Pablo Sánchez y Vivian Gatica (actividades paralelas).

El próximo sábado día 29, una jornada antes de que finalicen las actividades artísticas, Russafa Escènica 2012 celebrará una fiesta de despedida en Excuse me, un local , por supuesto, del barrio de Russafa.

Web: www.russafaescenica.com